Policía detenido en Chile por dejar ciega a una trabajadora
Foto: Milenio
Un expolicía fue detenido en Chile este viernes por lanzar la bomba lacrimógena que dejó ciega a una mujer en un barrio de las afueras de Santiago, en noviembre de 2019, en pleno movimiento de protestas sociales en el país.
El caso de Fabiola Campillai, junto al del estudiante Gustavo Gatica, son los más graves de los 460 heridos oculares registrados durante el estallido social del año pasado, según un catastro del autónomo Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH). La mayoría de esas lesiones fueron resultado del disparo de perdigones.
Campillai recibió en el rostro una bomba lacrimógena, que además de dejarla ciega la hizo también perder el gusto y el olfato, cuando esperaba un autobús para dirigirse a su trabajo, cerca de un lugar donde manifestantes protestaban contra el Gobierno.
El autor del disparo fue identificado como el excapitán de Carabineros, Patricio Maturana, quien fue detenido la noche del jueves, según informó este viernes la Policía de Investigaciones (PDI).
“Nueve meses después de este hecho criminal atroz, recién tenemos a una persona que será formalizada y sometida a algún proceso de investigación. Este es un primer paso, un avance significativo”, dijo a radio Cooperativa la abogada de Campillai, Alejandra Arriaza.
Según Arriaza, tras el disparo la policía no prestó ayuda a la víctima y, si bien desde un primer minuto se conocía la identidad del responsable, se hicieron maniobras para obstruir la investigación judicial.
Hace una semana, la justicia chilena envió a prisión preventiva a otro policía por los disparos de perdigones que dejaron ciego a Gustavo Gatica, de 21 años, durante la jornada de protestas del 8 de noviembre en las cercanías de la plaza Italia de Santiago.
Claudio Crespo, exteniente-coronel de Fuerzas Especiales de Carabineros, fue “imputado por el delito de apremios ilegítimos con lesiones graves gravísimas” en contra de Gatica.
Instituciones y agrupaciones nacionales e internacionales acusaron a la Policía chilena de violar los derechos humanos durante las revueltas sociales, debido al uso excesivo de la fuerza para dispersar las manifestaciones sociales, con la utilización reiterada de escopetas antidisturbios, chorros de agua y gas lacrimógeno.