Política educativa pone en riesgo la enseñanza de la niñez

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Convicciones

No cabe duda que los libros de texto siguen acaparando la atención nacional, el Gobierno Federal ha dado un paso inusitado en este terminar de sexenio, al considerar que la política educativa es patrimonio exclusivo de Morena.

División y odio de clases en los libros de texto, es un crimen contra la niñez mexicana

Max Arriaga es un funcionario servil al amo al que trata de agradar poniendo en riesgo la educación de la niñez mexicana.

Nuestra Constitución es muy clara y faculta que el Ejecutivo Federal determinará los principios rectores y objetivos de la educación, así como los planes y programas de estudio de la educación básica y normal en toda la República, de los cuales se derivan los materiales educativos que se utilizarán en los planteles, entre ellos los libros de texto.

Pero de igual forma establece que, para tal efecto, es requisito considerar la opinión de los gobiernos de las Entidades Federativas y de diversos actores sociales involucrados en la educación, así como en relación al contenido de los proyectos y programas educativos que contemplen las realidades y contextos regionales y locales.

La mayor protesta de la ciudadanía del país es la decisión de haber reservado por cinco años la información relativa a quiénes participaron en la elaboración de los libros de texto y los criterios para el diseño de sus contenidos.

Este sexenio se ha ido convirtiendo en el sexenio de la opacidad, de la intransigencia, de la polarización de la sociedad, de la violación sistemática de la ley; y con los libros de texto, se pretende imponer la trasnochada ideología de la cuarta transformación.

Quitar matemáticas e incluir la división y el odio de clases en los libros de texto obligatorios para 24 millones de estudiantes mexicanos, no debe interpretarse como una ocurrencia más del presidente: es un crimen contra la niñez.

No es aceptable que transmita sus rencores y frustraciones a los niños y, que a éstos se les enseñe que enfrente de ellos hay otros niños mexicanos que nacieron en un extremo opuesto y diferente.

El daño que ya se le ha infringido a nuestra niñez al quitarles las escuelas de tiempo completo, donde podían desayunar y comer, además de aprender a pensar. Un millón 570 mil alumnos abandonaron las aulas de enseñanza básica y Media Superior en este gobierno.

En contrapartida los demás países de este mundo globalizado siguen avanzando de cara al futuro, existen reportes de que Japón está formalizando un “Nuevo Sistema Educativo”, que tiene el objetivo de formar a los niños como ciudadanos del mundo, a este plan en experimentación se le conoce con el nombre FUTOJI NO HENKO, del que su equivalente en nuestro idioma sería “CAMBIO VALIENTE”. La idea general es un cambio conceptual integral.

Se capacitarán para comprender diferentes culturas y sus horizontes serán globales, el programa de 12 años está basado en los conceptos: Cero materias de relleno y cero tareas.  Solo tiene 5 materias, que son:

1. Aritmética de Negocios. Las operaciones básicas y uso de calculadoras financieras.

2. Lectura. Empiezan leyendo una hoja diaria del libro que cada niño escoja y terminan leyendo un libro por semana.

3. Civismo. Entendiendo éste, como el respeto total a las leyes, el valor civil, la ética, el respeto a las normas de convivencia y a la tolerancia, el altruismo y el respeto a la ecología y medio ambiente.

4. Computación. Office, internet, redes sociales y negocios on-line.

5. Idiomas. Cuatro o cinco alfabetos, culturas, religiones, entre japonesa, latina, inglesa, alemana, china, árabe; con visitas socializadoras de intercambio a familias de cada país durante el verano.

La meta en los resultados es ambiciosa: jóvenes que a los 18 años hablan cuatro idiomas, conocen cuatro culturas y cuatro alfabetos. Son expertos en el uso de sus computadoras y celulares como herramientas de trabajo. Leen 52 libros cada año (un libro por semana). Respetan la ley, la ecología y la convivencia. Manejan la aritmética de negocios y finanzas perfectamente.

En este mundo globalizado va a competir la niñez mexicana que habla sólo español más o menos, que tienen una ortografía de mala a pésima, que no acostumbran leer libros, que escasamente saben hacer sumas de quebrados, que son expertos en “copiar” durante los exámenes y burlar las normas a los ojos de padres y educadores.

Y qué decir de Corea del Sur, cuando hace 60 años se encontraba en un atraso total y lo superaba en economía y desarrollo cualquier país latinoamericano, incluyendo México. Hoy son líderes en innovación, tienen el internet más rápido del mundo, en varias ocasiones su aeropuerto internacional ha sido galardonado como el mejor del mundo. Este país asiático apostó a la educación, conjuntando esfuerzos entre la iniciativa privada y el sector gubernamental y, en 10 años lograron poner los firmes cimientos del país actual.

Contra estas niñas y niños vamos a competir con los nuestros, si permitimos que López Obrador se imponga con su reforma educativa de lo único de lo que nuestra niñez podrá hablar es que en su país la cuarta transformación llevó al sistema educacional a una transformación de cuarta.

 

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