Popotes de plástico 30 minutos de uso y 500 años para desintegrarse
México, 13 Sep (Notimex).- El asambleísta Néstor Núñez López, promueve una iniciativa para resguardar y erradicar el impacto ecológico que producen los popotes, causando daños irreversibles al medio ambiente, ya que tardan entre 100 y 500 años para desintegrarse y su vida útil es de 30 minutos.
El objetivo es evitar el uso de este producto en restaurantes y establecimientos mercantiles, ya que además son nocivos para la salud. La iniciativa, explicó el diputado de Morena, busca adicionar el Artículo 11 Bis a la Ley de Establecimientos Mercantiles de la Ciudad de México, y la modificación a la norma quedaría como sigue:
Artículo 11 bis.- Queda prohibido a los titulares y/o sus dependientes, ofrecer, entregar o suministrar popotes plásticos, salvo que éstos sean expresamente solicitados por los consumidores de los establecimientos mercantiles.
Núñez López destacó que con esta propuesta, que fue turnada a la Comisión de Preservación del Medio Ambiente, Protección Ecológica y Cambio climático para sus análisis, se pretende resguardar y erradicar el impacto ecológico que producen causando daños irreversibles al medio ambiente.
En México se desechan aproximadamente 10 mil toneladas de plásticos diariamente, debido a que 95 por ciento de los popotes que se utilizan en restaurantes y establecimientos mercantiles diversos no son reciclables, precisó el asambleísta en un comunicado.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), refirió, de las 86 mil 343 toneladas de basura que se producen diariamente, 10 mil 350 son de origen plástico y cada año se arrojan al mar 20 millones de toneladas resultantes de rellenos sanitarios derivados de actividades turísticas.
El plástico de los popotes es conocido como polipropileno, material elaborado con petróleo y utilizados por los consumidores una sola vez, por lo que tardan en desintegrarse entre 100 y 500 años, y su vida útil es únicamente de 30 minutos.
A pesar de los altos niveles de contaminación ambiental que producen, se estima que una persona consume aproximadamente 38 mil popotes en su vida, es decir, un promedio de 1.6 sorbetes por individuo al día.
“Estos productos son necesarios únicamente para los enfermos o internos en hospitales que batallan para poder consumir bebidas, o en su caso, para personas con discapacidades físicas.
El número de sorbetes utilizados en establecimientos mercantiles terminan su vida útil en rellenos sanitarios, mientras que el resto es arrastrado por el medio ambiente contaminando suelos, ríos y mares de diversas ciudades”, puntualizó.