Porfirio Díaz y su papel en la edificación de ‘El Boleo’, BCS (FOTOS)

Cabecera municipal de Mulegé, Santa Rosalía es una pequeña ciudad ubicada entre dos mesetas al centro de Baja California Sur, asentamiento al que los sudcalifornianos apodan como ‘Cachanía’, lugar donde surge la compañía ‘El Boleo’ y junto a ella la primera colonia minera de la entidad.

La historia de ‘El Boleo’ comienza en 1868, cuando José Rosas Villavicencio, un ranchero mexicano oriundo de la región, encontró un extraño mineral y tomó algunas muestras.

En su afán de indagar si tenía algún valor, le mostró una de ellas al capitán de un barco, momento en que llamó la atención de dos pasajeros alemanes, quienes le pagaron a José para que les indicara el lugar de donde obtuvo dichas muestras.

Fue así que tras una inspección geofísica, los extranjeros encontraron el alto valor mineral de la tierra y cuatro años después, en 1872, Carlos Eisenman y Eustaquio Valle, dos empresarios, ganaron una concesión temporal con la que comenzaron a explotar la mina oficialmente.

Con ello, la compañía alemana-mexicana inició con la exportación de cobre, el “extraño mineral” descubierto por Villavicencio, principalmente hacia Europa, específicamente a Suecia e Inglaterra, lo que captó la atención de los Rothschild, una familia francesa.

A su vez, la familia Rothschild envió a dos geólogos franceses a Santa Rosalía para averiguar el origen del cobre que les exportaban y determinar el potencial de la región minera, hecho que cambió rotundamente la historia de ‘El Boleo’. 

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Compagnie du Boléo: nacimiento de una colonia minera

Años después y coincidentemente con la presencia de los geólogos franceses, Porfirio Díaz, el entonces presidente de México, decidió otorgar una nueva concesión para dicha mina, con el objetivo de reparar las relaciones diplomáticas del país con Francia. 

Fue así que el 07 de julio de 1885, una compañía francesa compró a la región minera y firmó un contrato con Díaz, lo que representó el nacimiento de la Compagnie du Boléo (Compañía ‘El Boleo’) y a su lado la colonia minera de Santa Rosalía. 

Equipada con todo lo necesario para la explotación del cobre, dentro de ‘El Boleo’ se construyeron campamentos, casas, laboratorios, talleres, un ferrocarril y hasta algunos acueductos. 

La historia cuenta que los primeros pobladores permanentes fueron indígenas yaquis traídos desde la prisión de Guaymas, Sonora, por lo que poco a poco la población fue aumentando.

La concesión minera otorgada en el Porfiriato fue extensa, por lo que llamaron a los geólogos de la familia Rothschild para elaborar un informe oficial, mismo que determinó que en el lugar existían 900 mil toneladas de cobre, además de que calcularon un periodo de 50 años para su obtención. 

Con el paso de los años, el desarrollo de la mina creció notablemente, tanto así que para 1890 el ferrocarril abarcaba una extensión de 38 km con cinco locomotoras, 118 vagonetas, 11 plataformas, siete tanques para agua y un carro de pasajeros.

Sin embargo, el paso del tiempo provocó la llegada de 1938, año en que se cumplirían los 50 predichos para la explotación del cobre, por lo que la mina entró en crisis.

La situación provocó el descubrimiento de enormes vetas de manganeso, material que permitió la existencia de la compañía por 16 años más.

Pese a ello, en 1954, la compañía francesa ‘El Boleo’, cerró operaciones en Santa Rosalía al declarar el agotamiento de todos los yacimientos, por lo que Agustín Olachea, Gobernador de Baja California Sur en ese entonces, promovió la creación de una empresa de capital mixto para asegurar la subsistencia de dicha mina. 

Lo anterior permitió que por algunos años más se reactivaran las actividades, sin embargo, 1972 representó al último año de vida de ‘El Boleo’, pues en esta fecha declararon finalizadas todas las actividades de explotación minera en Santa Rosalía, ciudad que hasta hoy persiste en BCS.