Profepa denunciará en FGR la muerte de ballenato en CSL
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Baja California Sur está llevando a cabo una investigación sobre la muerte de una cría de ballena jorobada en Cabo San Lucas, según informó la dependencia en un comunicado emitido el 25 de abril.
El ejemplar macho, que medía aproximadamente 6.10 metros, fue encontrado muerto en la playa con siete cortes en la aleta caudal, lo que sugiere que fueron causados por la propela de una embarcación. Además, presentaba sangrado en la cabeza, lo que sugiere que las heridas pudieron haber sido la causa de su muerte.
Desafortunadamente, las fuertes corrientes marítimas trasladaron al ejemplar a playa muy concurrida lo que impidió que las autoridades pudieran sacarlo con maquinaria pesada para realizar la necropsia correspondiente. El cuerpo fue retirado mar adentro con el apoyo de prestadores de servicios turísticos para evitar los malos olores que empesaban a emanar de los restos a fin de prevenir daños a la salud pública.
La Profepa anunció que tomará medidas adicionales para encontrar a los responsables del ilícito ocurrido el 22 de abril. Además, solicitarán información a Capitanía de Puerto sobre las embarcaciones que navegaban en la zona cercana al varamiento del ejemplar y presentarán una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República (FGR).
El Área de Protección de Flora y Fauna Cabo San Lucas también emitió un comunicado en el que indicó que una pequeña cría de ballena jorobada murió el viernes pasado debido a una colisión con una embarcación.
“Ese tipo de accidentes son inaceptables y se pueden evitar navegando con precaución durante la temporada de ballenas”, destacó la dependencia.
Las ballenas jorobadas son una especie protegida y están en peligro de extinción. Estas ballenas realizan migraciones desde las zonas de alimentación en aguas frías hasta las zonas de reproducción y crianza en aguas cálidas, y durante esta época son especialmente vulnerables a las colisiones con embarcaciones. Por lo tanto, es esencial que los operadores de embarcaciones sigan las regulaciones y las mejores prácticas para minimizar el impacto humano en estas especies.