Estos podrían ser sus principales propósitos para el nuevo año 2022
PARA EL FIN
Viajar. Gracias a la soberanía energética lograda por los nuevos próceres, el precio de la gasolina está en 10 pesos por litro, por lo cual usted y su familia podrán recorrer kilómetros y kilómetros en las impresionantes y modernas autopistas sin casetas de cobro construidas recientemente por el Gobierno Federal.
Cambiar de trabajo. – Aproveche los millones y millones de nuevos empleos que se han generado para la movilidad laboral, pero recuerde buscar uno con menor pago, con menor sueldo, para que no se vea aspiracionista, egoísta y conservador.
Socializar. Podrá visitar a todos sus parientes y amigos viajando por todo el país de manera muy segura, como en Suiza; La Guardia Nacional le garantizará transitar sin sobresaltos; sin retenes; sin el peligro de que los asalten, secuestren o asesinen, porque la política de abrazos, no balazos, ha reconciliado y pacificado a la Nación, y la delincuencia se porta muy bien.
Bajar de peso. – Los precios de la canasta básica siguen bajando. Todo está más barato que antes porque ya no hay corrupción y podemos disfrutar de dietas veganas con productos gourmet que ya están al alcance de todos los bolsillos. Nunca le deben faltar chocolates de una famosa marca fifí.
Bienestar. Por fin podrá abrazar y besar a sus familiares porque nuestro gobierno logró vacunar e inmunizar a toda la población, y la pandemia ya ha sido domada, como en Japón.
Salud. En caso de enfermedad, en las nuevas clínicas y hospitales del Bienestar encontrarán la atención y los medicamentos contra cualquier enfermedad, porque el sistema de salud ya se igualó y hasta superó al de Dinamarca.
Rezar. – Un iluminado sacerdote católico ha descubierto a un nuevo santo, que curiosamente no es católico, al cual le podremos pedir cualquier deseo y nos lo cumplirá. Podríamos pedirle, por ejemplo, que nos trajera en el 2024 a una corcholata premiada con la cual soñamos todos los mexicanos.
Fortuna. Todos podremos comprar un cachito de la lotería para ganar el gran premio de desayunar a todo lujo con el mero mero en el Palacio Nacional, como lo hacen los machuchones, porque por el bien de todos, primero los pobres.
¿Usted agregaría otro propósito?
Lo dejamos para el fin.