Académicos protestan por contaminantes en la bahía de la Paz
Están dispuesto a colaborar con la Coepris para investigar qué es y de donde proviene, lo que parece ser aceite derramado por cruceros
El presidente del Colectivo de Académicos Sudcalifornianos (CAS), Jesús Echevarría Haro, presidió una conferencia de prensa, en la que se expresó a nombre académicos, prestadores de servicios turísticos y organizaciones sociales, el rechazo que hay la presencia de los cruceros fondeados en la bahía de La Paz, los cuales presumen, son los responsables del derrame de contaminantes en el mar.
Estuvieron acompañados por la apneista Estrella Navarro, quien denunció en un principio lo que parecía ser el derrame de aceite en el mar por parte de un crucero y por Rodrigo Rangel, en representación de la asociación Centro de Energía Renovable y Calidad Ambiental (Cerca), quien expuso que la contaminación que emiten por aire los cruceros, se suma a las 46 mil toneladas de emisiones contaminantes que anualmente generan las plantas de electricidad en La Paz.
Explicó que seis cruceros, como se han visto en La Paz, emiten aproximadamente 113 toneladas de contaminantes, entre ellos el carbono negro, bióxido de nitrógeno y material partículado, nocivos para la salud de la fauna marina y el ser humano, relacionados demás con la quema de combustibles fósiles.
El problema, dijo Janeth Murillo, miembro del colectivo, es que la Administración Portuaria Integral (API) no ha demostrado la capacidad técnica para hacer que se cumplan los lineamientos a cabalidad que deben seguir los cruceros y no han mencionado quienes identificaron que no son los cruceros, los responsables del derrame de aceite, como han dicho, cual es su competencia o sus conocimiento, por ello, invitó a la Coepris a colaborar para realizar los estudios pertinentes.
Por el momento, señalan, hay denuncias sobre el tema ante la Profepa y la Semar, pero no hay respuesta, por lo que este viernes a las 6 de la tarde estarán realizando una manifestación en el malecón de La Paz, e invitan a la población a participar.
El riesgo de daños es tal que incluso especies marinas alejadas de la zona podrían verse afectadas a través de las cadenas de alimentación, especialmente el tiburón ballena, que podría no distinguir el aceite u hollín con su comida, con afectaciones para el hombre, económicas y de salud.
Foto: Ivette Pérez