¿Qué hacer en caso de un tsunami? Recomendaciones del Gobierno de México

Foto Pixabay
El pasado martes, un terremoto de magnitud 8.7 originó un tsunami en las costas de Rusia y Japón. A raíz del evento, las autoridades emitieron alertas de incremento de oleaje desde Alaska hasta Centroamérica, afectando potencialmente al Pacífico mexicano, incluida su extensa costa. De acuerdo con estimaciones oficiales, las olas podrían llegar con mayor fuerza entre las 17:00 horas en Mazatlán, 17:30 en Acapulco y 18:00 en Puerto Chiapas.
En México, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) trabaja de manera conjunta con la Secretaría de Marina y otras instituciones para fortalecer las acciones preventivas. Desde 2016, el país participa en jornadas informativas y simulacros enfocados en tsunami y maremoto, debido a que más de 60 eventos de este tipo se han registrado en la región durante los últimos tres siglos.
¿Qué hacer en caso de tsunami o maremoto?
Frente a un tsunami, las autoridades recomiendan actuar con rapidez. Si se vive cerca de la costa (menos de un kilómetro de distancia), es crucial alejarse inmediatamente hacia zonas elevadas o edificios sólidos de al menos tres pisos. El CENAPRED indica que una disminución brusca del nivel del mar es un aviso claro de que las olas llegarán pronto, por lo que observar el fenómeno puede ser fatal.
Durante un temblor de alta intensidad, que impida mantenerse en pie o agriete estructuras, es importante considerar que puede venir acompañado de un tsunami. En estos casos, no se debe esperar la confirmación oficial, sino evacuar con rapidez, llevando sólo lo indispensable como documentos importantes, un botiquín y un radio portátil con baterías.
Si el sismo ocurre durante la noche, es prioritario tener lista una mochila de emergencia y conocer las rutas de evacuación. El plan familiar debe incluir la ubicación de refugios temporales y la forma en que se ayudará a personas con movilidad reducida. Las zonas más vulnerables se encuentran a lo largo del Pacífico mexicano, donde estos fenómenos son más comunes.
En mar abierto, las olas de un maremoto pueden pasar desapercibidas, pero se vuelven destructivas al llegar a tierra. Por ello, si se está en una embarcación, se recomienda dirigirse a mar profundo en lugar de intentar regresar a puerto. El CENAPRED señala que un solo tsunami puede traer consigo hasta diez olas peligrosas, espaciadas entre 10 y 40 minutos.
Una vez pasado el peligro, es fundamental no regresar a la vivienda hasta recibir autorización de las autoridades. Se debe revisar la integridad estructural del inmueble, evitar el uso de electricidad hasta comprobar que no hay fugas y no consumir alimentos o agua que hayan estado en contacto con el mar.
El Servicio Sismológico Nacional (SSN) registra entre 50 y 60 sismos diarios, por lo que el riesgo es constante. Aunque no todos los terremotos generan tsunamis, la experiencia demuestra que estar preparados puede marcar la diferencia.
La población puede consultar información actualizada y guías de actuación en los sitios oficiales del CENAPRED y Protección Civil. Mantenerse alerta, no propagar rumores y seguir las instrucciones oficiales son pasos esenciales para enfrentar este tipo de emergencias con responsabilidad.
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