Reina Isabel ll: curiosidades de su vida

Por Fernanda Jacobo.

La Reina Isabel ll, fue la monarca de Reino Unido desde que tuvo su ascenso en 1952, que hasta el día de hoy, se mantuvo en el reinado durante 70 años. Isabel II de Gran Bretaña falleció este jueves 08 de septiembre tras siete décadas portando la corona, noticia que ha movilizado gran parte de la población.

Pese a ser altamente famosa, la mujer de 96 años mantenía su vida personal en privado. Aquí te traemos 6 datos que no conocías de la monarca británica.

Su nombre real

Seguro no sabías que su verdadero nombre es Elizabeth Alexandra Mary. Así como lo leíste, la reina no se llama Isabel como tu creías. En realidad, la razón de sus tres nombres fue para honrar a su madre Elizabeth y a sus dos abuelas, Alexandra y Mary.

Tuvo más de 30 perritos Corgi

La reina tenía una gran fascinación por los perros, especialmente los de raza Corgi. Todos eran descendientes de su perra Susan, que fue un regalo de su padre, el rey Jorge VI, cuando cumplió 18 años. Sus animales de cuatro patas la acompañaron durante 14 generaciones, ¿puedes creerlo?

Dejó de usar la Corona Imperial.

La reina dejó de portar la Corona Imperial del Estado desde el 2018, ¿la razón? No podía mirar hacia abajo para leer sus discursos si la tenía puesta. Desafortunadamente para ella siempre tenía que tener el rostro en alto, porque sino, se le podía romper el cuello por el peso de la corona.

Bautizó el año 1992 como su “Annus Horribilis”

Traducido como ‘’Año de desastre o desgracia’’, a causa de que en 1992 se incendió el castillo de Windsor y sus tres hijos se divorciaron de sus esposas.

Se unió a las Fuerzas Armadas en la Segunda Guerra Mundial

Isabel II fue la primera mujer de la familia real en formar parte de las Fuerzas Armadas Británicas. Durante la guerra participó como mecánica de camiones del ejército, donde aprendió a conducir y mantener en condiciones los coches. Tiempo después, ella misma hacía la mecánica de sus autos. 

No tuvo pasaporte ni licencia

Así como lo ves, la reina podía viajar y conducir a donde quisiera sin problema alguno. En Reino Unido los pasaportes eran avalados por la reina misma, así que no tenía mucho sentido que ella se hiciera uno, ¿no? Además, ella podía conducir por las calles sin ningún inconveniente.