Restauración de corales, una actividad turística en bahía de La Paz
La restauración de corales es una actividad que diariamente se realiza en la bahía de La Paz. Pero ahora, como forma de concientización ambiental, la comunidad turística puede formar parte de estas acciones a favor de la conservación de los arrecifes.
En Pichilingue, la explicación y el nado con los jardines de corales es posible, en un lugar que tiene por nombre “Perlas de La Paz”, un proyecto que tiene más de 2 años, en coordinación con biólogos marinos de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) y la asociación “Efecto Arena”. Las medidas que se toman para llevar a cabo un turismo responsable, son muy particulares, destacó el equipo experto a cargo de esta actividad.
Al respecto, a los turistas se les ofrece un recorrido guiado por los jardines de corales, nadando con el equipo necesario y las recomendaciones que imprescindiblemente deben de atenderse; entre ellas, no utilizar bloqueador solar, mantener una cierta distancia entre los corales, no nadar más de lo que se especifica y utilizar un atuendo especial.
Los arrecifes de coral son muy sensibles, pero son clave para el ecosistema marino, y principalmente, para que el Mar de Cortés siga siendo “el acuario del mundo”, comentó el equipo experto. Por ello, las condiciones de actividad turística deben atenderse:
“Nosotros tenemos que retirar el dióxido de carbono, para poder aminorar un poco el aumento del cambio climático. Además de esto, los corales nos brindan protecciones costeras, nos brindan la posibilidad de comer muchos organismos porque sirven de refugio y tiene muchos otros servicios ecosistémicos importantes, por lo cual debemos de seguir conservando. Tenemos unos problemas por el cambio de calentamiento global, pero tenemos organismos asociados, es decir, tenemos pececitos. Tenemos diferentes crustáceos, almejas, anémonas que son muy importantes…”, detallaron.
La restauración de corales es todo un arduo proceso, y hay tres áreas principales para preservar de estas especies marinas: Islote de San Margarito, Punta Pichilingue y Balandra. En este sentido, por medio de buceo es como el equipo experto, previo a la actividad turística, elabora algunas acciones de medidas de conservación:
“Tenemos que preparar el sitio para recibir los corales, ¿cómo lo preparamos? Ponemos este tipo de vasos; estas bases de instalación están hechas con plastilina tóxica. Nosotros por medio de buceo bajamos, buscamos huecos con edades muy buenas que pueda funcionar para poner la plastilina y el cobre en lo que se continúan bajando estas bolitas activadas. La plastilina es como la “kola loka” de dos barras; y cuando tú mezclas se pone dura. Hay que saber mezclarla bien porque si no queda así y no se activa suficiente, y se puede caer la base”, destacaron.
Por último, cabe mencionar que, anteriormente, tras algunas prácticas turísticas realizadas en la bahía de La Paz, han generado afectaciones en los jardines de coral. Lo anterior, puesto que, desgraciadamente, algunos prestadores de servicios no son conscientes de los graves problemas que esto puede generar.
LM