Rubén se regresa a Iguala; de un mes y medio solo trabajó 30 días y se desesperó
Cabo San Lucas. -Aguardaba sentado en la plaza León Cota Collins el camión que debería llevarlo al Aeropuerto Internacional para tomar el vuelo hacia la Ciudad de México.
Para Rubén Rodríguez la experiencia de haber estado un mes y medio en Cabo San Lucas fue grata, pero a la vez triste.
Con su maleta a un lado y quizás muchos sueños que no pudo concretar, Rubén decidió regresar a su hogar, donde tiene seguro un techo y el alimento para su pequeña familia.
“Me vine a Los Cabos porque sabíamos que aquí pagaban más, desde hace un mes y medio llegué con un patrón que nos invitó, nos venimos como seis, ahorita nos vamos dos’’.
“Ya todos los demás se fueron, un mes trabajé y quince días no, le rescindieron el trabajo al patrón y pues nosotros buscamos por nuestra parte, pero no hay trabajo, y entonces dije, qué hacemos aquí’’.
“Nosotros somos de Iguala Guerrero, me voy porque no hay trabajo, solo un mes y nos cancelaron la obra allá en uno de los hoteles, estuvimos quince días sin trabajar, y pues uno está solo y como quiera se aguanta el hambre, pero pues hay quienes tienen hijos y eso es lo más difícil’’.
“Mi oficio es fierrero, sí, aquí nos pagaban más, afortunadamente el patrón fue el que pagó la renta, pero pues fueron quince días sin trabajar y sin obtener sueldo’’.
“Ya tengo mi boleto de avión, nosotros nos vamos a México y de ahí a Guerrero, luego tomamos el camión a Iguala, allá esta la familia gracias a Dios’’.
“Tengo dos hijos, uno de doce y otro seis años, son dos y mi esposa, que se quedó con ellos en la casa, allá trabajamos en el campo, así que tenemos casa y comida gracias a Dios, porque de la agricultura vamos a vivir pues no nos faltará qué comer’’.
“Primero nos convenció el patrón para venirnos y pues al ver la situación, fue como nos animamos, pero ahora está peor, me da tristeza porque venía con mucha ilusión; aquí es un poquito más de sueldo y por eso es que nos gustaba la idea’’.
Rubén antes de que su transporte llegara para llevarlo a su destino, señaló, “es triste experiencia, veníamos con ganas de trabajar y no fue así, y ya nos vamos para atrás, ya nos tenemos que regresar”.
Aunque no tenía pensado que se viniera su familia vivir a Cabo San Lucas, para Rubén era una parte de su sueño, pero pues en Iguala tiene su casa propia y en el campo tiene la forma de que no le falte la comida, para él esta fue una mala experiencia.
“Nunca pensamos que nos tocara esto de lo de la pandemia, pero pues ya tenía quince días sin trabajar y estaba desesperado, ahora que con lo poquito que nos quedó nos alcanza para llegar al pueblo”.
“Qué triste, mucha gente se está yendo, mucha gente se quedó sin trabajo, es un dilema porque el que tiene niños pues tiene que buscarle para darle a sus niños, yo aquí me vine solo y estaba con la confianza que en la casa los hijos tienen que comer’’.
“Ahora pues estoy esperando el camión y con las debidas precauciones nos subiremos al avión para estar en el pueblo y a darle a la agricultura, pues a mis cuarenta y dos años todavía tengo muchas fuerzas y tengo que hacerlo por mi familia; Dios quiera y sí se componga y tal vez regrese a ver cómo nos va’’.