Se debe aprovechar el T-MEC para enfrentar la crisis: Canacintra
Foto: Bismarck Moyrón
“En la entidad no existen industrias involucradas con el T-MEC, pero sí hay un sector de servicios que sí puede ser beneficiado por las libertades que se puedan tener”
La entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) trajo consigo oportunidades que se tienen que aprovechar para enfrentar la crisis económica provocada por el nuevo coronavirus, señaló Jesús Alfredo Sánchez Moroyoqui, presidente de La Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) de La Paz.
“Hay que ver el lado positivo, hay que ver las oportunidades que podemos tener con el T-MEC y aprovechar para que en esta coyuntura económica que tenemos, poder salir adelante”, expresó.
Consideró que, Baja California Sur será beneficiado indirectamente con la baja prevista que se tienen para los aranceles y todos los insumos que se puedan traer de Estados Unidos para poder producir en el Estado.
“Sobre todo, hay que buscar las oportunidades que va a ofrecer el T-MEC para poder interactuar en esta parte de Baja California Sur que indirectamente sí vamos a ser beneficiados al poder importar productos a Estados Unidos con una mejor calidad y precio, así mismo bajar el precio y mitigar la crisis económica”, agregó.
Aclaró que, en la entidad no existen industrias involucradas con el T-MEC, pero sí hay un sector de servicios que sí puede ser beneficiado por las libertades que se puedan tener.
El presidente de Canacintra La Paz, consideró que una de las ventajas que tiene el T-MEC, es que va a beneficiar a los Estados de la frontera, que tienen manufactura y a las exportaciones, mientras que una de las desventajas es que México necesita preparase y capacitarse en las regulaciones laborales que se van a imponer, así como estar en concordancia con la legislación laboral de Estados Unidos y Canadá.
Mencionó que, la aplicación del T-MEC en México no será tan exacta como está prevista en el Tratado de Libre Comercio, porque se necesita adaptar la legislación y las maneras de producir a las condiciones a las que se acaba de comprometer el gobierno mexicano, sobre todo, en la legislación laboral y manufacturera.