Se espera un año de “El Niño” débil para este año
- Investigadora de la UABCS señala que aunque los pronósticos sugieren hasta el momento que no se intensificará significativamente, es necesario estar al pendiente por los efectos que puede traer consigo
La Paz, BCS.- De acuerdo con la profesora e investigadora del Departamento Académico de Ciencias Marinas y Costeras de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, Dra. Eleonora Romero Vadillo, este 2019 “El Niño” está de vuelta, evento que altera las condiciones climatológicas a nivel mundial, aunque afecta directamente a ciertas regiones.
Este fenómeno océano-atmosférico, que se inicia en la región central del Pacífico, a la altura del ecuador, se genera por el debilitamiento de los vientos alisios, que son aquéllos que soplan entre los trópicos, desde los 30-35º de latitud hacia el ecuador, partiendo de zonas subtropicales de alta presión con rumbo a las regiones ecuatoriales de baja presión.
Debido a la rotación del planeta, los vientos alisios se desvían hacia el oeste, es decir, permanecen del lado de América del Sur, por lo que estas aguas cálidas se distribuyen y comienzan a subir hacia el norte afectando a toda la región este del Pacífico.
La investigadora señala que este fenómeno tiene impactos atmosféricos debido a los cambios que se generan en los patrones climatológicos, presentándose una mayor evaporación y precipitación en algunas regiones; y en otras zonas, sequías inusuales.
Respecto a El Niño de este año, Romero Vadillo comenta que se espera sea de magnitud débil, al menos la primera mitad de este semestre, sin haberse registrado hasta el momento un impacto climatológico fuerte.
Sin embargo, subraya que es necesario estar al pendiente de su progreso, pues en el caso particular de Baja California Sur, este evento puede tener incidencia, por ejemplo, en los huracanes que se forman en el Océano Pacífico, los cuales llegan a presentar una trayectoria más larga o incluso aumentar su intensidad.
Dijo que este fenómeno es detectado por medio de constantes monitoreos a la altura del ecuador, en una región llamada “El Niño 3.4”. Cuando las temperaturas en esta zona son de .5 grados por encima de la media, se considera que empieza a ocurrir un Niño débil, como actualmente se observa; entre 1 y 1.5 moderado, y por encima del 1.5 ya es un fenómeno fuerte.
La catedrática de la UABCS dio a conocer que este fenómeno también tiene su contraparte, llamada “La Niña”, que se da cuando los vientos alisios se intensifican y las aguas cálidas son empujadas hacia el oeste, mientras que las aguas frías quedan del lado del continente americano.
Así, mientras que en el sureste asiático puede haber lluvias escasas, enfriamiento del océano, baja formación de nubes o alta presión atmosférica; en América del Sur, intensa formación de nubes, lluvias muy fuertes, periodos de alta humedad y baja presión atmosférica.
Cabe mencionar que el último episodio del fenómeno El Niño se presentó desde finales del año 2014 hasta entrado el 2016, mismo que se caracterizó por una fuerte intensidad que trajo como consecuencia condiciones de sequía e inundaciones importantes en diferentes regiones, aumento de ciclones tropicales en el Océano Pacífico, por mencionar algunas.