Seguridad Pública en La Paz carece de protocolos para casos de toma de rehenes
Luego de que el pasado 10 de octubre un hombre se quitó la vida de un disparo tras presuntamente haber tomado a una mujer de rehén en calles de Cabo San Lucas, se encendieron las alarmas en relación con casos de rehenes en los 5 municipios de Baja California Sur.
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Pese a que la fémina capturada como rehén en las inmediaciones del puente 115 del destino turístico resultó ilesa del trágico incidente, el tema abrió la posibilidad de que este tipo de sucesos no cuenten con los protocolos de protección a civiles a cargo de los elementos policiales.
La directora de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de La Paz, Rut de La Fuente Velázquez, declaró que en la capital del estado aún no se tiene elaborado un sistema de prevención en hechos de riesgo como el ocurrido en la colonia El Arenal de Cabo San Lucas.
“Realmente no tenemos un protocolo que esté aprobado o estructurado, sin embargo, en el actuar policial de nuestros elementos ellos cuentan con los conocimientos necesarios para poder desactivar un tipo de suceso como este. La verdad es que hemos tenido casos de personas que han intentado quitarse la vida y muchos casos han resultado exitosos.”
En teoría, una toma de rehén es una situación que deriva de un delito en progreso, en el cual el captor toma como moneda de cambio a una o varias personas para conseguir diversas demandas tendientes a conseguir su fuga ante el acorralamiento policial que sufre. La titular de seguridad pública de La Paz explicó que, pese a que no existe un operativo inmediato de acción para salvar rehenes, los agentes de la policía local han logrado salvar vidas en distintas circunstancias de riesgo.
“Los salvamentos que ha hecho el personal de la policía municipal son dignos de reconocerse, sin embargo, cada situación guarda sus propias características y circunstancias y lamentablemente allá no salió como se esperaba, sin embargo, nosotros dada esta situación seguramente tendremos que elaborar de manera escrita un protocolo donde se le instruya a nuestros elementos algunos cursos de acción a seguir.”
Frente a un posible caso de toma de rehenes, las autoridades de seguridad deberían activar un manejo de crisis que incluye planeación, liderazgo y control de las actividades a realizar en los momentos críticos. Inmediatamente antes, durante y después de una crisis potencial, con la misión de reducir la pérdida de recursos necesarios para que la situación pueda ser controlada a la brevedad, logrando salvaguardar la integridad física de la o las víctimas.
LLG