Senado de México aprueba ingreso de tropas especiales de EE.UU. en Veracruz para entrenamiento

El Senado de México aprobó este martes el ingreso de tropas especiales de Estados Unidos a territorio nacional, específicamente en el estado de Veracruz, donde participarán en un programa de entrenamiento conjunto con la Marina mexicana. La decisión fue tomada a solicitud de la presidenta Claudia Sheinbaum y forma parte de un calendario de cooperación bilateral en materia de seguridad y defensa.
El contingente autorizado pertenece al Séptimo Grupo de Fuerzas Especiales del Ejército estadounidense, una de las unidades con mayor experiencia en operaciones de infiltración, reconocimiento y vigilancia en entornos de alto riesgo. Su presencia en México no responde a tareas de combate ni de seguridad pública, sino a ejercicios de capacitación avanzada con personal de la Unidad de Operaciones Especiales de la Marina.
De acuerdo con el documento enviado por el Ejecutivo federal, el programa se llevará a cabo en dos fases. La primera será del 6 de octubre al 28 de noviembre en el Centro de Entrenamiento Avanzado de la Marina, ubicado en Donato Guerra, Estado de México. La segunda fase tendrá lugar del 1 al 12 de diciembre en el Polígono de Antón Lizardo, dentro de las instalaciones de la Heroica Escuela Naval Militar en Veracruz, uno de los centros de formación naval más importantes del país.
El objetivo principal de este esquema, según la solicitud avalada por el Senado, es fortalecer la compatibilidad operativa entre las fuerzas de ambos países. Se busca que los participantes desarrollen tácticas compartidas para mejorar la planeación y ejecución de operaciones conjuntas, así como las habilidades individuales necesarias para entornos de alta complejidad.
Los entrenamientos incluirán ejercicios de infiltración, recopilación de inteligencia en ambientes hostiles y maniobras de reconocimiento especial. Autoridades mexicanas destacan que este tipo de cooperación no implica cesión de soberanía, sino un intercambio de capacidades técnicas y tácticas, como ocurre regularmente en otros convenios con países aliados.
La aprobación llega en un momento de contrastes en la relación bilateral. Aunque persisten tensiones en temas de migración, comercio y tráfico de fentanilo, ambos gobiernos han buscado mantener canales de colaboración en materia de seguridad. Apenas la semana pasada anunciaron un acuerdo para reforzar el combate al tráfico de armas en la frontera común, un tema sensible que impacta directamente en la violencia en México.
El ingreso de los militares estadounidenses a Veracruz genera también un debate político sobre los alcances de la cooperación en seguridad con Washington. Mientras el gobierno federal subraya que se trata de capacitaciones de carácter técnico, críticos advierten que este tipo de entrenamientos reflejan la dependencia histórica de México en materia de inteligencia militar frente a su vecino del norte. La presencia de tropas extranjeras en suelo mexicano, aunque temporal y limitada, nunca deja de ser un tema sensible en la opinión pública.
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