Sheinbaum condena destrozos en palenque de Luis R. Conriquez en Texcoco

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, condenó los destrozos que algunos fanáticos de Luis R. Conriquez realizaron en el palenque de Texcoco, luego de que se negara a interpretar narcocorridos. 

“En el caso de Texcoco, pues obviamente condenar lo que ocurrió. Esta violencia que se generó después de que un grupo se negó a cantar una serie de corridos, de canciones, no sé qué género musical es”, dijo la mandataria durante la mañanera del pueblo de hoy lunes. 

Sheinbaum condena trifulca en Texcoco

La presidenta @Claudiashein llamó a rechazar la apología a la violencia, luego de que se armó una trifulca durante el concierto de Luis R. Conriquez cuando se negó a cantar narcocorridos. pic.twitter.com/ii7mpMLb43

— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) April 14, 2025

Asimismo, Sheinbaum recordó que varios municipios de la República Mexicana han tomado la decisión de prohibir que se realicen presentaciones donde se haga apología del delito, justo como ocurrió en Guadalajara, en el concierto de Los Alegres del Barranco. 

“Nosotros creemos que se tiene que ir construyendo en la sociedad, una negativa a los contenidos que hacen apología de la violencia, o de las drogas, o de la misoginia”, expresó Claudia. 

Sin embargo, reiteró que el objetivo del Gobierno federal es que la sociedad comprenda que no se debe de realizar apología del delito e incluso hacer interpretaciones violentas o misóginas.

¿Qué pasó en el palenque de Luis R. Conriquez?

En la presentación del pasado fin de semana, el cantante adelantó que ya no cantaría narcocorridos, debido a una disposición oficial. Esto no cayó bien entre los fanáticos que lo esperaban ansiosamente, y cuando se enteraron de la decisión, comenzaron a lanzar sillas, arruinar el equipo de sonido, entre otras cosas.

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Incluso, en algunos videos, que se viralizaron en redes sociales, se pudo ver cómo los asistentes descendieron hacia el escenario, donde causaron destrozos en el equipo de sonido e instrumentos y hasta las sillas también fueron arrojadas.