Sheinbaum presume bajo desempleo, pero la informalidad matiza el logro laboral de México

México cerrará 2025 como uno de los países con menor desempleo a nivel global, un dato que la presidenta Claudia Sheinbaum destacó públicamente al asegurar que el país ocupa el segundo lugar mundial con la menor tasa de desocupación, solo por debajo de Japón. El mensaje fue difundido en redes sociales acompañado de una gráfica oficial que compara el desempeño laboral de 14 economías, en un intento por subrayar los resultados del modelo económico vigente.
El dato central se sostiene en cifras oficiales: en octubre, la tasa de desempleo en México se ubicó en 2.6 por ciento de la población económicamente activa, de acuerdo con el más reciente reporte del Inegi. Para noviembre, la estimación se ajustó ligeramente a 2.7 por ciento, nivel que mantiene al país en una posición destacada frente a economías desarrolladas y emergentes.
Leer más: Quintana Roo cierra un año amargo para los restaurantes pese al flujo turístico
La comparación internacional presentada por el Gobierno federal coloca a Japón como el único país con menor desocupación, con una tasa de 2.6 por ciento. Detrás de México aparecen Alemania, Países Bajos, Australia, Estados Unidos e Irlanda, todos con tasas superiores, lo que refuerza la narrativa de estabilidad laboral en el contexto de un entorno económico global marcado por la desaceleración y la inflación.
En términos absolutos, el mercado laboral mexicano mostró un crecimiento sostenido de su base activa. En octubre, la población económicamente activa alcanzó los 62.5 millones de personas, un incremento de 1.1 millones respecto al mismo mes de 2024. La población desocupada fue de 1.6 millones, con una tasa de participación de 59.9 por ciento, lo que refleja una mayor incorporación de personas al mercado de trabajo.
Leer más: AICM EN VIVO: Estatus de vuelos cancelados y demorados, hoy 27 de diciembre 2025
Sin embargo, el bajo nivel de desempleo convive con una estructura laboral profundamente marcada por la informalidad. En julio, los trabajadores informales sumaron 33.9 millones, elevando la tasa de informalidad a 55.7 por ciento, un indicador que revela la fragilidad de una parte significativa del empleo generado y limita el alcance real del logro presumido por el Ejecutivo.
Este contraste introduce un matiz relevante al discurso oficial: aunque más personas están trabajando, una proporción mayoritaria lo hace sin seguridad social, contratos formales o acceso pleno a derechos laborales. En términos económicos, esto implica menor productividad, menor recaudación fiscal y una vulnerabilidad persistente ante choques financieros o sanitarios.
Leer más: Irán acusa a Washington de presionar a América Latina para controlar recursos
La comparación internacional también debe leerse con cautela, ya que los periodos de referencia varían entre países. Mientras México y otras economías reportan cifras hasta noviembre, países como Japón, Alemania, Francia o España lo hacen hasta octubre, lo que no invalida la tendencia, pero sí obliga a interpretar los rankings con un enfoque técnico más que político.
El mensaje de Sheinbaum se inserta en una narrativa de continuidad del proyecto de transformación económica, donde el empleo es uno de los principales indicadores de éxito. No obstante, el desafío estructural para los próximos años no será únicamente mantener bajas tasas de desempleo, sino convertir ese volumen de ocupación en trabajo formal, productivo y con mayor bienestar para la población.
Únete AQUÍ a nuestro canal de WhatsApp TRIBUNA DE MÉXICO