Sian pierde la noche de salvación y Arath se emociona con la visita de su hija
La noche del miércoles en La Casa de los Famosos fue intensa, especialmente para Sian, quien no logró escaparse de la nominación en el reto de dominó gigante contra Arath de la Torre. El juego consistía en juntar 12 piezas de dominó, y el primero en completarlo ganaría el derecho de competir este viernes contra Agustín. El ganador de esa próxima prueba tendrá el poder de salvar a uno de los nominados de la semana.
El desafío estuvo lleno de tensión, y Sian, apodado “la liebre” por su capacidad de escapar de las placas de expulsión, finalmente no pudo superar a Arath. A pesar de su destreza física, cometió un error decisivo al colocar una pieza al revés, lo que le costó tiempo valioso. Por su parte, Arath también cometió algunos fallos, pero logró mantener el control del juego.
Arath ganó con dramatismo, aunque la victoria fue clara tras la revisión en video que confirmó su ventaja. El resultado dejó a Sian con una amarga sensación de derrota, consciente de que sus posibilidades en la casa se reducen y que ahora depende del enfrentamiento entre Arath y Agustín para salvarse. Sin embargo, si Agustín vence a Arath, es probable que el argentino lo salve de la nominación, manteniéndolo a salvo por una semana más.
Durante la prueba, Arath sufrió un pequeño accidente al pisar una ficha de dominó que se le cayó, torciéndose el pie. A pesar del dolor, su determinación no se debilitó y siguió adelante hasta asegurarse la victoria.
Pero la noche no fue solo de competencia, también hubo espacio para la emoción. Arath recibió una llamada sorpresa de su esposa, lo que lo conmovió hasta las lágrimas. Mientras hablaba con ella, las puertas de la casa se abrieron para darle una sorpresa aún mayor: su hija Lía entró corriendo a abrazar a su papá.
El encuentro fue tan emotivo que Arath no pudo contener las lágrimas mientras abrazaba a su pequeña. Lía le entregó un regalo, y los demás habitantes, en un gesto de respeto y amistad, dejaron a Arath solo para disfrutar el momento con su hija.
El padre orgulloso llevó a Lía a conocer toda la casa, mostrándole cada rincón con entusiasmo. Durante esos minutos, incluso se le olvidó el dolor del pie torcido, completamente absorbido por la alegría de estar con su hija.
Esta noche fue un reflejo de las emociones extremas que se viven en La Casa de los Famosos, donde la competencia feroz convive con momentos de ternura y afecto.
AT