Sin agua ni luz, así viven en la Ampliación Márquez de León

Ubicada junto al arroyo El Cajoncito, la colonia Ampliación Manuel Márquez de León alberga en su mayoría a casas de madera y cartón y cuartos de block con techos de lámina. Los hogares no están conectados a las redes de agua potable y drenaje. El servicio de energía eléctrica también es inexistente.

Xóchitl se mudó hace un año y medio a la colonia. Durante el verano padeció la escasez del vital líquido. Ella vive con sus tres hijos pequeños y con su marido, y debe ingeniárselas para hacer rendir el agua.

“Nos surten con pipas. Cada mes vienen los de las pipas, y en tiempo de calor a veces tardan más de un mes […] Yo nomás agarro tres mil litros de agua porque yo no tengo para echar agua […] En tiempo de calor no nos alcanza porque ocupamos para lavar los trastes”.

Xóchitl explicó que lo más difícil es mantener la higiene de los niños. Su hija mayor, de nueve años, asiste a la escuela, por lo que una preocupación constante es la limpieza de su uniforme.

Cuando el agua se termina, los vecinos se juntan para, entre varios, comprar pipas. Sin embargo, no todos tienen los recursos para enfrentar ese gasto. En el caso de Alejandrina, ella debe recurrir a la buena voluntad de sus conocidos.

“Aquí el agua luego se acaba. Yo cuando se me acaba mi agua ando pidiendo regalada con los vecinos agua porque no tengo muchos asbestos para llenar y se me acaba rápido el agua”.

En su hogar habitan 12 personas: seis niños y seis adultos. Esto hace aún más complicado que el agua alcance. Lo que les surten a través de las pipas solo les rinde de siete a 10 días.

La energía eléctrica es otro de los servicios de los que carece la colonia. Alejandrina debe cruzar el arroyo para cargar su teléfono celular. Por las noches su casa se ilumina con un foco conectado a una placa solar.

“La luz no la quieren poner porque dicen que aquí es zona de riesgo por el arroyo, que aquí hubo un arroyo. Por eso no quieren poner aquí la luz. Dicen que aquí ya tienen veinte años sin luz, y lo dudo que la pongan”.

Ante la falta de red de drenaje, los hogares cuentan con letrinas, una pequeña habitación retirada del resto de la casa. Xóchitl y Alejandrina coincidieron en que es complicado no contar con ese servicio.