Sobrevive vendiendo salsas tras cerrar su negocio por la pandemia

Tras el cierre de su puesto de tacos dorados, emprende venta de medio litro y ¼ de litro salsa de chile

Es bien sabido que derivado de la emergencia sanitaria por el Covid-19, el país se declaró en cuarentena, por lo que muchos negocios, empresas y microempresas tuvieron que verse a la necesidad de cerrar sus puertas al público, afectando el ingreso económico de muchas familias, y el caso del señor Rubén Espinoza, no fue la excepción.

Don Rubén Espinoza, contó a la redacción de CPS Noticias cómo fue su situación después de que por la pandemia mundial, tuviera que cerrar su puesto de tacos dorados, el cual ya tenía trabajando desde hace 10 años y de qué manera tuvo que emprender para poder seguir llevando el sustento a su hogar.

“Yo ya tenía 10 años vendiendo tacos dorados y pues nos vimos en la necesidad de suspenderlo y trabajar con esto. Ofrezco salsa de chile de árbol y adobo, pasilla guajillo y ancho, mezclados los 3. Es un adobo para preparar muchas cosas; preparar birria, pozole, enchiladas, chilaquiles, para el puerco también, costillitas de puerco y pierna”, expresó. 

En este sentido, Don Rubén nos cuenta que fue desde mediados de diciembre cuando comenzó con sus ventas de salsa de chiles. Sin embargo, anteriormente había optado por vender tortas de pierna, actividad que tuvo que verse interrumpida debido a un malestar que presentó en el hombro. 

“Antes también vendía tortas de pierna de ese adobo, estaba muy sabroso. Ya no pude seguir haciendo por un problema en el hombro, pero pues aquí estamos, luchando haciendo algo porque también hay que sobrevivir”, añadió.

Cabe mencionar que don Rubén se ubica en la esquina de las calles Santos Degollado y Valentín Gómez Farías, frente de donde tenía su puesto de tacos anteriormente, en un horario de 09:00 am a 04:00pm. 

“Tratamos de estar siempre todos los días porque este malestar también me afecta, a veces tengo que ir a consulta y siempre me manipulan el hombro y a veces no podemos salir pero aquí estamos. Estamos más o menos desde las 9 hasta las 4 de la tarde, el precio que tenemos es de $25 pesos el 1/4 de litro y $50 pesos el medio litro”, señaló.

Finalmente, compartió que esta venta de chiles de árbol y adobo es de momento su única fuente de ingreso, añadió que cuando hay ganas de trabajar, se busca siempre una manera.

“Es el único sostén que tengo, pues hay que seguirle, hay que seguirle para adelante, porque siempre está un poco cara la vida y más ahorita con la pandemia, como estamos, un poco restringido pero ahí la vamos dando.

Cuando uno tiene ganas de trabajar, busca la manera de traer el sustento para el alimento, para vestir, para calzar, para esas cosas y pues que no hay limitaciones para trabajar. Cuando uno quiere trabajar, tanto puede escudarse en que no hay fuente de trabajo, uno lo puede hacer”, finalizó. 

Por lo que se les hace un atento llamado a la ciudadanía a que apoyen cuando puedan, a personas que se vieron afectadas con esta pandemia, consumiendo sus productos, que son con los que solventan sus hogares.

Foto: Ivette Pérez