Sociedad civil en una real posibilidad de lograr un gobierno desde la ciudadanía
El eco de las palabras mencionadas por AMLO en aquel ya lejano 2006 se hizo viral en las redes sociales. Un López Obrador denunciaba la intromisión de Vicente Fox en el proceso electoral de ese año, sentenciaba con elocuencia: “Imagínate un presidente que llega al poder a partir de un cambio, enarbolando la bandera de la democracia, y que lo primero que hace, o de las cosas más significativas que hace, es descalificar a la mala a uno de sus adversarios”.
Quien pensaría que la misma voz de ese lejano 2006 se manifestaría hoy en día en su verdadera naturaleza, pero ahora como Ejecutivo federal. En este 2023 se ha expresado desde hace 5 semanas en el púlpito matutino; se ha develado una naturaleza de un ser humano con una carga de resentimiento social sin precedente.
Desde su micrófono nacional traspasa la legalidad para exponer una campaña sustentada en la misoginia y en la violencia política de género. Donde es evidente la intencionalidad de destruir políticamente a una adversaria política, y lo paradójico de este hecho es que quien lanzó a la escala nacional a esta adversaria fue el propio Presidente de la República.
Desde Palacio Nacional con una puerta cerrada e imposible de traspasar a pesar de una orden judicial; hasta la mención de Xóchitl Gálvez un día sí y otro también, son la fórmula mágica para que las palabras Xóchitl Gálvez fueran posicionándose primero como una marca y subsecuentemente como un fenómeno político.
Lo primero que presenciamos fue un fenómeno que trastoca la vida nacional, en un abrir y cerrar de ojos la agenda nacional pasó de las manos de AMLO a las manos de Xóchitl Gálvez, el primer sorprendido fue el propio López Obrador y por supuesto las ‘corcholatas’.
Las giras por la nación de las llamadas ‘corcholatas’ están resultando un tremendo fracaso, no existe emoción ni contacto real con la ciudadanía. Iniciaron siguiendo el esquema de acarreo y utilización de mujeres porristas a sueldo; que por cierto a muchas de estas mujeres las están fraudeando ya que en diversas ciudades las dejan sin haberles cubierto los mil 500 pesos por persona con las que fueron contratadas.
Mientras se ataque a Xóchitl, más crecerá el fenómeno político Xóchitl Gálvez y no es un secreto que las elecciones se ganan sumando y, la vía elegida por AMLO que ha emprendido estas semanas no ha sido la de sumar; de seguir las cosas como van, el voto duro de la cuarta transformación no le alcanzará para ganar la elección, ya que la radicalización suele ahuyentar a los ciudadanos que aspiran a vivir una vida de prosperidad como la fórmula para sacar adelante a su familia y demostrarse a sí mismo que el aspiracionismo es parte de la vida evolutiva de una sociedad libre.
Y así la ciudadanía ve emerger una real posibilidad para dejar de ser el país de las ocurrencias, de las malas decisiones, de las obras faraónicas sin sentido y, sobre todo el país de la violencia extrema. Y para continuar por la ruta incipiente de la democracia y de la pluralidad, la sociedad civil aspira a construir entre todos los mexicanos un país con más igualdad y pleno de oportunidades para todos.
Un país sin los índices de pobreza con que actualmente se cuenta, con oportunidades reales de desarrollo, un país que cree en los apoyos sociales para los sectores más desprotegidos entendiendo que estos apoyos no son dádivas gubernamentales y mucho menos moneda de cambio por votos.
Un país con la real división de poderes como un contrapeso natural y constitucional a la altura de una democracia sin adjetivos ni simulaciones.
Un país con una sociedad civil actuante y participativa capaz de darle rumbo a la nación que tanto ama y por la cual está dispuesta a salir a las calles a manifestarse y, decir enérgicamente ¡ya basta de divisiones! ¡Somos un solo México!