Sociedad Civil rechaza el autoritarismo de estado y el poder de un solo hombre
El plan B de AMLO recibe el segundo revés por parte del Poder Judicial. A tan solo 11 días de haber sido destituido de su cargo como Secretario Ejecutivo del INE, el lunes 13 de marzo en sesión del Consejo General del Instituto Nacional Electoral fue reinstalado en su encargo Edmundo Jacobo Molina.
El salón de sesiones del Consejo General rompió en aplausos a la llegada de Edmundo Jacobo, ante la mirada triste e iracunda de los representantes de Morena en el Consejo.
Como un hecho inusual, Jacobo tomó el micrófono para dar un mensaje al pleno del Consejo, y aseguró que el acto de ampararse, independientemente de ser un acto legítimo para defender su permanencia en el cargo, es un mensaje claro y directo de que en México existe el Estado de Derecho, en relación a las competencias conferidas por la Constitución a los órganos primarios y a los derechos humanos.
Su señalamiento fue categórico: “Quebrantar las disposiciones constitucionales erosionan progresivamente la función social del derecho y nos acercan peligrosamente a la ley del más fuerte con las altas dosis de arbitrariedad que ello significa”.
Con esta decisión del Poder Judicial, queda de manifiesto que la restitución de Jacobo es la clara muestra de que el Consejo General del INE es el único que puede designar o remover a su secretario y, por consecuencia, no un Poder de Estado.
En México estamos a 15 meses para las elecciones presidenciales; el escenario es muy diferente al del 2018 por la evidente falta de resultados, la clase media del país se ha manifestado en las marchas del 12 de noviembre del año pasado y esta última del 26 de febrero de este año. Se reprueba la gestión gubernamental y, se puntualizan y se señalan las promesas incumplidas.
Ya existe un franco rechazo a la política de comunicación social desde las mañaneras, es evidente que el desengaño se hace manifiesto a lo largo y a lo ancho del país y, es evidente el incremento del miedo a la derrota en el oficialismo.
México está despertando, la ciudadanía es aspiracionista de un modelo de gobierno democrático, donde se respete la pluralidad de pensamiento.
La sociedad civil se ha cansado de que se provoque a diario la división social y busca en todos los sentidos la reconciliación nacional. Este es el camino para que nuestro país alcance la tan deseada recuperación económica.
No existe otro camino, solo el desarrollo económico de nuestro país puede lograr abatir el desequilibrio de oportunidades y la pobreza, mediante políticas de estado que verdaderamente favorezcan el desarrollo de la movilidad social.
La pobreza y la ignorancia son dos imanes poderosos para tratar de buscar un estrato social clientelar electoral, mediante dádivas, las cuales no resuelven la verdadera problemática de este segmento del país.
Este país requiere de niveles de educación en su sistema escolar acordes a los momentos actuales, donde el aislamiento de la pandemia nos obligó a recluir en nuestros hogares a la niñez en etapa escolar.
México es un país con gente maravillosa y sensible, la sociedad lo ha demostrado en los desastres naturales que ha enfrentado nuestro país. Y ahora lo demuestra en las mareas rosa y púrpura que se han manifestado en las plazas públicas del país; la ciudadanía ha despertado demandando el justo derecho a la manifestación pacífica.
La conciencia colectiva clama por un país democrático, con una auténtica división de poderes y esta postura social recorre todo el país y cada vez es más manifiesta. La sociedad civil rechaza el autoritarismo de estado y el poder de un solo hombre.