La supergripe avanza en Estados Unidos con casi cinco millones de casos

La temporada de gripe 2025-2026 muestra un avance sostenido en Estados Unidos, con casi cinco millones de contagios estimados y un impacto creciente en hospitales y centros de atención primaria, justo cuando el invierno comienza a intensificar la circulación de virus respiratorios. El comportamiento ascendente del brote ha encendido alertas en las autoridades sanitarias, que advierten un escenario complejo en las próximas semanas.

Los registros más recientes confirman más de 4.6 millones de personas afectadas por influenza, así como decenas de miles de hospitalizaciones y casi dos mil muertes asociadas a la enfermedad. Este volumen de casos refleja una actividad gripal más temprana y persistente que en otros ciclos recientes, presionando la capacidad de respuesta de los sistemas de salud estatales y locales.

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La distribución del contagio no es homogénea, ya que once estados reportan niveles de actividad gripal moderada, mientras el resto del país se mantiene en rangos bajos o muy bajos. Nueva York destaca como el principal foco de transmisión, con una tendencia al alza que se ha consolidado en las últimas semanas y que ha obligado a reforzar la vigilancia epidemiológica en zonas urbanas densamente pobladas.

La situación adquiere especial relevancia por el predominio de la variante A(H3N2), que concentra más del 90 por ciento de las muestras analizadas en laboratorios. Dentro de este subtipo, el subclado K se ha expandido tanto en áreas metropolitanas como en regiones rurales, lo que confirma una circulación amplia y sostenida del virus en todo el territorio.

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El análisis genético de las cepas detectadas revela mutaciones que han generado un desajuste parcial con la vacuna antigripal vigente, un factor que ha sido observado con atención por las autoridades sanitarias. A pesar de ello, los especialistas subrayan que la inmunización continúa ofreciendo una protección sólida contra cuadros graves, hospitalizaciones y fallecimientos, especialmente en poblaciones de riesgo.

El impacto en la población infantil mantiene un foco de vigilancia particular, debido a los antecedentes de la temporada pasada, cuando se registró el mayor número de muertes pediátricas desde que existe un monitoreo obligatorio. En el ciclo actual ya se han confirmado fallecimientos en menores, lo que refuerza la atención sobre escuelas, consultorios y servicios de urgencias pediátricas.

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La vacunación sigue siendo el eje central de la estrategia preventiva, con más de 140 millones de dosis distribuidas hasta mediados de diciembre, una cifra superior a la del año anterior. Sin embargo, la cobertura en niños se mantiene rezagada respecto a los niveles previos a la pandemia, un elemento que preocupa a las autoridades por su relación directa con la gravedad de los desenlaces clínicos.

El panorama para las próximas semanas apunta a un incremento adicional de casos, impulsado por la llegada plena del invierno y el aumento de desplazamientos y reuniones propias de las festividades de fin de año. Ante este escenario, los servicios de salud ajustan recursos y refuerzan mensajes preventivos para mitigar una posible saturación hospitalaria.

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