La cineasta Tatiana Huezo se sumerge en la realidad de México a través de documental
La cineasta mexicano-salvadoreña Tatiana Huezo ha sido reconocida en la reciente edición de la Berlinale con dos premios, esto por su último documental “El Eco”, el cual trata sobre una pequeña comunidad campesina del norte de México. La directora de cine, es autora de siete obras, entre cortos, documentales, así como del largometraje “Noche de fuego”, el cual recibió el premio especial de la sección “Una Cierta Mirada en Cannes” en 2021.
Ante la pregunta de por qué volvió al documental después de su primer largometraje, Huezo explicó que necesitaba volver a poner los pies en la tierra. Argumentó que el género documental, comparado con la ficción, le permite trabajar con otro ritmo y tener el privilegio de esperar a que las cosas sucedan. Asimismo, dijo que “El Eco” es un filme que rodó a lo largo de un año en diferentes etapas, lo que le generó una incertidumbre y miedo ante los posibles riesgos que podía enfrentar en la grabación.
En cuanto a la ausencia del hombre en sus películas, Tatiana señaló que en América Latina existe una profunda desigualdad económica, lo que lleva a la emigración de muchos padres a Estados Unidos en busca de una vida mejor. También destacó que la ausencia de esta figura es algo “común y cotidiano en México”, algo que se convirtió en un estudio sociológico para ella. Por lo que en “Noche de fuego”, al entrevistar a más de 800 niñas, descubrió que la mayoría de ellas sentía la ausencia de su padre.
Sobre cómo logra la intimidad con la gente en sus documentales, explicó que lo logra pasando mucho tiempo con ellos. Sin embargo, también dijo que tiene en cuenta el riesgo de perder la construcción de la imagen y la atmósfera de la película. Por esa razón, comentó que siempre se prepara mucho y tiene en cuenta cada detalle para que la película sea potente.
En definitiva, “El Eco” representó uno de los mayores riesgos en la carrera de Tatiana Huezo, debido a la incertidumbre que generó el rodar durante tanto tiempo en una comunidad campesina del norte del país. Sin embargo, la cineasta logró en su documental, hablar sobre temas universales como la desaparición y la violencia, por lo cual fue reconocida en importantes festivales de cine.