TECLA 7/6: EL FUTURO VINO DE PESCA
“En un restaurante de la Ciudad de México, con el entonces responsable peñanietista de la producción alimentaria del país, en el menú se podía leer, empanadas de marlin. Le hice la observación. Así de esas. Nuestro marco regulatorio federal de las especies marinas protegidas dedicadas a la pesca deportiva en los menús de la capital del país. Mas, no hay que ir muy lejos. Aquí mismo”.
El Bisbee’s (Black and Blue) 2020 no tuvo marlin. Una mala noticia.
Se suponía que por los meses que estuvo en confinamiento –por las medidas preventivas contra el Covid 19—la principal flota de pesca deportiva en el Pacífico latinoamericano, permitirían el registro de capturas récord durante el acreditado torneo internacional de pesca con el atractivo, además, de premios por más de 4 millones de dólares. Pero no fue así.
Hasta el momento, los sectores público y privado no se han pronunciado por el adverso resultado en el tan acreditado torneo que año con año atrae a participantes de diferentes partes del mundo (este año a 853), y que coincide con el inicio de la temporada alta turística del destino. Deberían de salir al paso. Y ser contundentes.
Hay que puntualizar sin embargo, que el marlin viene a la zona por el pez dorado, su alimento. Y en el torneo anterior del Bisbee’s (2019), aun cuando con la presencia de marlin, no hubo reportes importantes de dorado que dieran la talla mínima.
Durante años se ha denunciado la brutal depredación marina. Se logró el mandato constitucional de las 50 millas de franja reservadas para las especies deportivas (entres éstas el dorado y el marlin). Pero, ha resultado letra muerta. Y en el sexenio obradorista de la No corrupción se mantiene el legado de la impunidad, al que se aferra la Conapesca del supuesto cambio con las “capturas incidentales”.
En el Alto Golfo de California, las prácticas depredadoras mantienen al borde de la extinción a la vaquita marina. Lección ignorada con las prácticas depredadoras que terminaron por extenderse hacia los litorales sudcalifornianos. Baja California Sur no cuenta con barcos de altura, ni los ha necesitado para consolidar su desarrollo. NO es con depredación como se es exitoso. Tribuna de Los Cabos ha documentado capturas de toneladas de marlin y el saqueo del dorado; la UABCS ha documentado especies marinas—ballenas, tiburón ballena, focas, leones marinos…– en las criminales líneas de enmalle; y entre otras expresiones, el presidente de la Fundación para la Conservación de los Picudos, Enrique Fernández del Castillo ha denunciado en diferentes foros nacionales los riesgos permanentes de la devastación marina; y toda la sociedad unida aun cuando colores y posiciones diferentes, partidos políticos, gobernantes locales, legisladores federales y locales, sindicatos y empresarios, fueron un solo frente contra el disparate de una legisladora de Morena de pretender abrir a la captura comercial al dorado.
Con todo, no obstante hay una coincidencia en los sexenios de Fox, Calderón y Peña Nieto: ni una mirada a lo que sucedía en nuestros mares. La depredación marina. Lo que acumula dos años más con lo que va del sexenio de López Obrador.
Ya conté la anécdota: en un restaurante de la Ciudad de México, con el entonces responsable peñanietista de la producción alimentaria del país, en el menú se podía leer, empanadas de marlin. Le hice la observación. Así de ésas. Nuestro marco regulatorio federal de las especies protegidas dedicadas a la pesca deportiva en los menús de la capital del país. Mas, no hay que ir muy lejos. Aquí mismo.
De siempre la pesca ribereña y la deportiva ha convivido de manera exitosa. Un bello ejemplo lo puede ser Cabo Pulmo. A cuyo arrecife (que supuestamente es un área protegida), lamentablemente llegan embarcaciones depredadoras. Vienen por el tiburón, pero se llevan todo lo que pueden. Sienten el poder de la impunidad, de la captura incidental, aun cuando en fechas recientes se hicieron algunos operativos en contra de depredadores
No hay vigilancia permanente y la que hay para los dos mil kilómetros de los litorales sudcalifornianos, es una mala broma que viene del presupuesto que asigna la Cámara de Diputados.
Aquí en Baja California Sur, el sector pesquero lucha por una vida digna. Antes se hablaba del futuro ensombrecido por la devastación marina, hoy el presente está ensombrecido.
El especialista en pesca deportiva, Clicerio Mercado atribuyó a los cambios climáticos la situación adversa presentada durante las jornadas del acreditado torneo: “Hay dos semanas previo a los torneos de pesca en el que sube el calor de las corrientes marinas, así que de aquí en adelante se empezarán a sentir los cambios de temperatura, lo que desde luego aleja al marlin (Tribuna de Los Cabos, 24–oct–2020)”.
Mercado tenía no obstante motivos para ver hacia adelante. Puntualizó: “La Universidad de Texas y The Billfish Foundation, dijeron que son 12 millones de dólares los que se derraman entre los dos torneos, Offshore y Black and Blue; así que nos quedamos con lo bueno, el mensaje que se mandó al mundo es que sí podemos tener orden y control en medio de la contingencia sanitaria”.
Cayó por supuesto bien a la economía turística local –afectada desde marzo con la suspensión de actividades—y apostemos a que le siga cayendo mejor el Bisbee’s. Pero, por igual, que la apuesta sea mejor por una certeza de Baja California Sur sin la sombra de las redes de enmalle. Sin depredación marina.
Como la rebeldía de Violeta Parra, cuando entona “…el canto de ustedes que es mi mismo canto”.
Por una voz unida por Baja California Sur.
Que nuestros mares no estén sangrando.