Traficantes de personas fueron sentenciados por muerte de 53 migrantes

Los dos traficantes de personas recibieron condenas de hasta cadena perpetua por la muerte de 53 migrantes en Texas en 2022
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Traficantes de personas sentenciados por muerte de 53 migrantes

Dos traficantes de personas fueron sentenciados a largas penas de prisión tras haber sido hallados responsables de la muerte de 53 migrantes indocumentados, quienes eran transportados clandestinamente en un tráiler sin ventilación en junio de 2022.

El caso, ocurrido cerca de San Antonio, Texas, ha sido catalogado como el intento de tráfico de personas más mortífero en la historia de la frontera entre México y Estados Unidos.

Felipe Orduna Torres, de 32 años, y Armando González Ortega, de 55, fueron declarados culpables por un jurado federal en marzo pasado. La Fiscalía demostró que ambos jugaron roles clave en el operativo que derivó en la tragedia. Las víctimas, provenientes de México, Honduras, Guatemala y El Salvador, viajaban hacinadas en un tráiler con temperaturas que alcanzaron los 37.7 grados Celsius.

Orduna Torres fue condenado a dos cadenas perpetuas, más 20 años adicionales, por un cargo complementario. El juez ordenó que estas penas se cumplan de forma consecutiva. Por su parte, González-Ortega recibió una sentencia de 87.5 años de prisión. Ambos también deberán pagar una multa de 250 mil dólares, según dictó el juez federal Orlando García.

El magistrado señaló durante la audiencia que “estas personas nunca verán la luz del día, qué pena”, refiriéndose a que, en lugar de dedicarse a actividades lícitas, eligieron lucrar con el sufrimiento ajeno. Añadió que quienes participen en operaciones de traficantes de personas y causen muertes deberán enfrentar consecuencias severas.

El tráiler, donde fueron transportados 66 migrantes, no contaba con ventilación ni aire acondicionado. Durante el trayecto, muchos perdieron el conocimiento debido al calor extremo. Algunos intentaron escapar arañando las paredes del vehículo, pero el esfuerzo fue en vano. Al arribar a San Antonio, 48 personas ya habían fallecido; otras cinco murieron en hospitales.

El Departamento de Justicia calificó los hechos como una muestra de la brutalidad con la que operan los traficantes de personas. Además de las víctimas fatales, decenas más sufrieron heridas graves. Entre los fallecidos se encontraban seis menores de edad y una mujer embarazada.

Ambos sentenciados se encontraban en situación migratoria irregular en Estados Unidos. La investigación federal dejó en claro que los acusados formaban parte de una red dedicada al tráfico de personas, moviendo a migrantes por rutas peligrosas a cambio de elevadas sumas de dinero.