Saldo en Turquía y Siria es de casi 20 mil muertos y no deja de crecer
El balance de este jueves por el potente terremoto en Turquía y Siria deja un saldo devastador de casi 20,000 muertos.
Los equipos de rescate continúan la búsqueda de miles de personas que quedaron atrapadas entre los escombros, pero las gélidas temperaturas y superar el plazo de 72 horas, tiempo crucial para salvar vidas, hacen que las esperanzas de encontrar más sobrevivientes empiezan a desvanecerse.
El balance de muertos no deja de crecer. Las últimas cifras lo sitúan en 19,863, de los cuales 16.546 corresponden a Turquía y 3.317 a Siria.
A ello se suman las pérdidas económicas, que según la agencia de calificación Fitch pueden “superar los 2.000 millones de dólares” y “podrían alcanzar los 4.000 millones de dólares o más”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que la situación dejó a poco más de 23 millones de personas “potencialmente en riesgo, incluidos unos cinco millones de personas vulnerables”,
Temen una grave crisis sanitaria, por enfermedades como el cólera, lo que causaría aún más daños que el terremoto.
Presa en Siria se derrumba
La problemática en Siria, quien ya batalla con el apoyo para el rescate de la población por la guerra civil, se acrecentó la mañana de este jueves, el derrumbe de una presa en el noreste del país, en Tlul, obligó a la mayoría de los habitantes a huir.
El agua cubrió parcialmente las casas; los troncos de los árboles frutales así como los campos de trigo y de judías quedaron completamente sumergidos. Las calles del pueblo también se inundaron.
Ayuda sin “obstáculos”
La Unión Europea envió rápidamente equipos de rescate a Turquía, que también recibió ayuda de Estados Unidos, China y México. Inicialmente se ofreció una asistencia mínima a Siria por las sanciones contra Damasco.
Sin embargo, el miércoles, el gobierno de Bashar al Asad solicitó formalmente ayuda a Bruselas y la Comisión Europea instó a los Veintisiete a “responder favorablemente”, aunque vigilando que la ayuda “no sea desviada”.
El enviado especial de la ONU para Siria pidió el jueves no politizar la ayuda humanitaria.
“Tenemos que hacer todo lo posible para asegurar que no hay ningún obstáculo a la ayuda vital que es necesaria en Siria”, dijo Geir Pedersen.