Una historia de corrupción y podredumbre
Policías de investigación ubicaron a Rodrigo Camacho Merino, “La Vaca”, señalado por huachicoleo y narcomenudismo, en un restaurante de pancita del municipio de Huamantla, en el estado de Tlaxcala. Al momento de aproximarse al establecimiento, según su reporte, los agentes detectaron que el grupo de “La Vaca” iba en cuatro autos.
“La Vaca” salió del restorán a las 7 de la noche, con dirección a Cuapiaxtla, una de sus zonas de operación. El reporte de los agentes de la procuraduría indica que unidades balizadas de recuperación de vehículos le marcaron el alto, con pretexto de someter el Vento en que él viajaba a una revisión.
Los tripulantes de vehículo se mostraron agresivos. “Va a valer si no se largan”, dijo uno de ellos. Después de un fuerte tironeo, uno de los acompañantes de “La Vaca” se identificó como el comandante regional de la fiscalía de justicia de Tlaxcala, René Espinosa.
Dos de los autos en que el grupo viajaba, dos eran propiedad del gobierno estatal.
Era el 13 de junio de 2023.
Dos semanas antes, “La Vaca” había acudido a la fiscalía de combate al secuestro a denunciar el delito de extorsión agravada. Relató que desde el 6 de mayo varios hombres habían tomado fotos de su domicilio y que incluso habían hecho volar un dron sobre su patio.
Relató que el día 23 habían llegado hasta su casa dos patrullas de combate al robo de vehículos y habían vuelto a volar un dron.
Al día siguiente, hombres detuvieron a su hermano y le preguntaron por él:
—¿Dónde está tu hermano?
—Cuál hermano. Es que tengo dos.
—Deja de hacerte el gracioso porque nada nos cuesta ponerte un “clavito” y verás cómo te chingas.
Le dieron un papelito con un número anotado.
—Dile a tu hermano que me marque a este número para que sepa quién lo está visitando…
Al día siguiente, “La Vaca” marcó.
—Quihúbole, Gallo –le dijeron.
Relató “La Vaca”, ante el personal de la fiscalía, que lo citaron en una parada de camión. Había dos uniformados y un hombre vestido de civil, con chaleco táctico y una placa en el cinturón, quien se identificó como el comandante. Se lee en la carpeta UITLAX/T2/134/2023 que uno de ellos le dijo:
“Mira, cabrón, vamos al grano. Sabemos qué eres y a qué te dedicas… Yo soy práctico, ponle un millón y nos vamos a la chingada todos. Es más, te la pongo fácil, tienes hasta el viernes para darnos 400 mil y ahí muere”.
“La Vaca” habría dicho: “No cuento con ese dinero”. El supuesto comandante respondió: “Tienes eso y más”.
Camacho pidió tiempo, “para que no me fueran a hacer nada”.
Le llamaron el jueves 1º de junio para preguntarle “que qué show”. Le volvieron a llamar horas después para pedirle que se “acercara con algo para ver la buena fe”. “Qué onda, canijo”, le dijeron después. Finalmente, lo amenazaron: “Que si no les iba a dar la lana iban a ir a mi casa por mí o por quien estuviera, que si era necesario me ponían algo”.
“Ya te dije, o nos arreglamos o te vas a chingar”.
“La Vaca” relató que apagó el teléfono y buscó asesoría legal. Su asesor lo envió a la fiscalía a presentar la denuncia correspondiente. Camacho entregó fotos y videos de los agentes y los vehículos que habían rondado su domicilio.
Le enseñaron el álbum de retratos de los agentes de la corporación. Identificó, entre otros, a los policías Roberto Sánchez Sigala, Dither Federico Martínez, Netaim Neyel Rentería, Osvaldo Hernández y Alejandro González Bernal.
Se giraron órdenes de aprehensión contra los agentes. Ellos tramitaron un amparo y no se presentaron a la audiencia.
Relatan que, además, la jueza los vinculó a proceso 30 minutos después de que el plazo para la vinculación hubiera vencido.
“La Vaca” no ratificó sus acusaciones.
Unos días después de que presentara su denuncia, intentaron detener a “La Vaca” en el restaurante de pancita. El comandante Espinosa, de la fiscalía regional les dijo a los agentes: “Ya déjense de mamadas, ya lárguense”.
De acuerdo con el reporte: “En ese momento se informa de esto al Director de Investigación quien ordena que, al identificar a los tripulantes del vehículo, se retiren del lugar las unidades balizadas y las civiles para evitar fricciones entre las dependencias, quedando sin verificar los otros vehículos que se encontraban en la zona”.
Hoy, “La Vaca” y los policías que según las grabaciones fueron a extorsionarlo siguen todos en las calles. Tan tranquilos en las calles.