Vandalismo en primaria de La Paz deja pérdidas de 80 mil pesos

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Vidrios rotos, puertas de aulas forzadas, así como la sustracción de cables eléctricos de la cancha deportiva y de la bomba de agua que dota el vital líquido, son los estragos dejados por los amantes de lo ajeno, en la solitaria y ya clienta frecuente, escuela primaria “Antonio Verdugo Verduzco”, ubicada en la colonia La Pitahaya de la ciudad de La Paz, se encuentra en espera de recibir el apoyo de la Secretaría de Educación Pública de Baja California Sur (SEP BCS), detalló el director del plantel, Juan Manuel Gutiérrez Mendoza.

fachada primaria “Antonio Verdugo Verduzco”

“La escuela presenta algunas problemáticas, principalmente, de vandalismo, que se origina porque la escuela está en un entorno solitario; hay mucho monte y, por lo tanto, la escuela está sola, y aunado a eso, no hay alumbrado público ni alumbrado interno. Hemos sufrido vandalismo y a cada rato nos roban el cableado […] se robaron las instalaciones de los aires acondicionados”.

Durante la pandemia, indicó el funcionario educativo, el costo de los daños ascendieron hasta los 70 mil pesos por el constante robo de cableado y, de diciembre a la fecha, la cifra alcanza los 15 mil pesos por las mismas causas.

“A pesar de eso, en vacaciones decembrinas, los amantes de lo ajeno volvieron a entrar y robaron cableado principalmente, tanto así que las bombas que abastecen los tinacos que dotan de agua a los baños no están funcionando. Se trata de miles de pesos. Es un cableado muy grueso […] ahora en pandemia yo creo que fueron algunos 70.000 pesos en cableado; ahora en diciembre, yo le calculo que serían algunos 15 mil pesos aproximadamente”

Ante la falta de solvencia económica de la propia institución, precisan que deben esperar a que sea la SEP quien autorice el servicio de reparación, aún cuando ésta adolece del soporte económico para solventar las necesidades, daños y seguridad que se ocupan.

chapa de puerta forzada

A altas horas de la noche, reiteró Gutiérrez Mendoza, los delincuentes aprovechan la gran inseguridad del plantel para apagar el break principal de la acometida de Comisión Federal de Electricidad (CFE) y así dañar la integridad física al interior.

“Lo que le hemos pedido a la Secretaría, principalmente, es un velador. Antes de salir de vacaciones, lo que hacen los maestros es resguardar los equipos de cómputo. Todo el equipo de valor se resguarda; estas personas aprovechan la noche para delinquir […] y apagan la luz de la escuela para meterse, entonces, tenemos que estar al pendiente también”.

Por otra parte, la persistente falta de agua en los tinacos de los baños es el principal impedimento para cumplir con las horas que los educandos deben recibir diariamente, lo que obliga a maestros y directivos a cesar sus actividades de forma anticipada.

“Ahora, regresando de vacaciones decembrinas, el primer día nos faltó agua en los tinacos porque no había energía eléctrica […] no lo laboramos porque son 400 niños que tenemos en la escuela, entonces, los baños sucios son un foco de infección […] y no podemos tener así a los niños”.

“La SEP nos mandó una pipa de agua que llegó tarde; después la pipa entró a la escuela e hizo maniobra para echar agua a los tinacos que abastecen a los baños. Fue una maniobra difícil, pero así estamos trabajando y, hasta la fecha, no tenemos corriente eléctrica”.

bomba clausurada con cinta amarilla

En este mismo sentido, el supervisor de la zona 43 de primarias, Víctor Manuel Castillo, insistió en la falta de seguridad de la institución, misma que en su geografía dificulta que los padres denuncien cualquier movimiento extraño alrededor.

“Si ustedes han observado por la escuela pues no tiene vecinos que en su momento nos puedan apoyar para poderle dar una protección a la escuela, de tal manera que ellos pudieran informar a la policía o comunicarse de alguna manera, entonces esto va a propiciado estos muchachos hagan estos actos de robo de cableado”.

Por su parte, una persona que decidió el anonimato, recalcó, entre otras cosas, las necesidades adicionales que la dependencia estatal no contempla para el buen desarrollo de los menores.

“Sé muy bien de las necesidades que tiene la escuela y una de ellas es la falta de seguridad, los robos que desde que inició la pandemia se han suscitado. Siento que nos falta mucha vigilancia. Si se puede dar cuenta […] es puro monte y aquí se pone muy oscuro en la noche. No pasan patrullas […] ya se ha tratado de cerrar el cerco perimetral a la escuela pero aun así persiste la situación”.

“Nos han pegado muy duro los robos aquí en la escuela y no vienen las autoridades a solucionar el problema. Tenemos necesidad de un almacén, una cooperativa, material de limpieza y alumbrado […] es muy necesario que nos volteen a ver porque los niños tienen derecho a una a una buena educación […] esta escuela está muy olvidada y cuando vienen, hacen como que solucionan el problema y se van”.