“Zapatero a tus zapatos”

Anuncia el presidente en turno la entrega del aeropuerto de la CDMX a la Marina para su administración.

Imaginémonos un cadete en la academia naval de Antón Lizardo en Veracruz, buscando la profesión elegida de hombre de mar. Se gradúa y en lugar de subirlo a un barco para perfeccionar sus conocimientos lo mandan a acomodar aviones en el aeropuerto de la CDMX.

Manejar un aeropuerto del calibre de la CDMX no se aprende de un día para otro ni la experiencia se da por decreto, ni el uniforme militar garantiza éxito.

¿Qué garantía tenemos que haya más seguridad y experiencia en un uniformado que en un civil dedicado, conocedor y especialista del movimiento de un aeropuerto por años?

Sin menospreciar a la Marina que ha demostrado su responsabilidad en sus actividades, sinceramente no tiene nada que hacer administrando aeropuertos, satisfaciendo esa obsesión de López Obrador de no aceptar qué hay especialistas civiles en responsabilidades que, en una forma forzada, las adjudica a militares o marinos.

Se está alterando la “ecología del empleo” creyendo que no tenemos personal, técnicos, especialistas en sus campos, ingenieros, funcionarios capaces en todas las especialidades entre la ciudadanía civil, asegurando que por ser el ejército puede hacerlo mejor.

Craso error que nos ha costado mucho dinero, opacidad en su ejecución, falta completa de presupuestos reales, improvisación y falta de estudios de todo tipo para asegurar su funcionamiento y proyección a futuro.

Como una muestra fehaciente de lo comentado es el enorme fracaso del AIFA, que, en lugar de ser un aeropuerto alterno a la altura del aeropuerto de la CDMX, planeado, proyectado y ejecutado por militares no es más que un aeropuerto regional sin cumplir con la intención original. Fracaso completo e inversión perdida.

La sabiduría popular nos dice,

“zapatero a tus zapatos”.