19 de septiembre: Un día de dolor y lecciones históricas, más allá de los terremotos de 1985 y 2017

El 19 de septiembre se recuerda el Huracán Hilda, así como los ciclones Gladys y Janet que dejaron aproximadamente 12 mil muertos en Tamaulipas y Veracruz
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19 de septiembre: doloroso, más allá de terremotos de 1985 y 2017

Aunque el 19 de septiembre es recordado por los terremotos de 1985 y 2017, en cuya memoria se instauró el Día Nacional de la Protección Civil, décadas antes esta fecha ya estaba marcada por el dolor en Tampico y Ciudad Madero.

En el año 1955, en el mes de septiembre, el Huracán Hilda,  sumado a los ciclones Gladys y Janeth, devastaron el sur de Tamaulipas, causando inundaciones que habrían cobrado la vida de más de 12 mil personas en la región de la Huasteca.

El primero en llegar fue Gladys, a inicios de septiembre, cuyos aguaceros saturaron el suelo y elevaron los niveles del Río Pánuco y el Támesi. Aunque su paso no destruyó directamente las ciudades, preparó el terreno para el desastre que vendría.

El Huracán Hilda tocó tierra en la madrugada del 19 de septiembre como categoría 4, con vientos que superaron los 250 km/h. Derribó tendidos eléctricos, viviendas y sistemas de comunicación, dejando a la región incomunicada. Sin embargo, el mayor daño lo provocaron las inundaciones, que sumergieron barrios enteros y destruyeron más del 80 % de las casas en Tampico.

Días después, Janeth se sumó a la tragedia con lluvias adicionales que complicaron el rescate de sobrevivientes y mantuvieron el nivel del agua por semanas. Las calles de Ciudad Madero y Tampico se convirtieron en canales, con alturas de hasta seis metros, donde solo se podía transitar en lanchas.

La magnitud de la tragedia obligó a improvisar refugios en techos y azoteas, mientras el Ejército y la Marina realizaban evacuaciones aéreas. La Cruz Roja y grupos civiles distribuyeron comida caliente por más de un mes para atender a los miles de damnificados.

El presidente Adolfo Ruiz Cortines ordenó la aplicación del entonces incipiente Plan DN-III, mientras que Estados Unidos envió apoyo militar con portaviones, helicópteros y vehículos anfibios para rescatar a las familias atrapadas y restablecer servicios básicos.

El desastre del 19 de septiembre de 1955 marcó un colapso económico y social para la región. Las pérdidas fueron millonarias: cosechas arrasadas, comercios destruidos y miles de personas que perdieron su hogar y sustento.

Hoy, el Museo de la Ciudad de Tampico mantiene una sala dedicada a los ciclones de 1933 y 1955, recordando no solo la tragedia sino también la resiliencia de los habitantes que lograron reconstruir su vida tras la catástrofe.

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