El reciente paso del cometa interestelar 3I/ATLAS ha generado un inusual fenómeno social: una combinación de fascinación científica y temor colectivo. Identificado como el tercer objeto proveniente de fuera del Sistema Solar, su trayectoria ha despertado el interés de la comunidad astronómica y, al mismo tiempo, ha encendido la imaginación del público en internet.
Desde que fue detectado por el sistema ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System), los especialistas han resaltado su valor histórico. “Cada cometa interestelar nos da pistas sobre cómo se formaron otros sistemas estelares, diferentes al nuestro”, explicó un vocero del Instituto de Astronomía de Hawái.
Sin embargo, en redes sociales, 3I/ATLAS se ha transformado en tendencia por motivos muy distintos. Cadenas de mensajes aseguran que su paso coincide con “alineaciones cósmicas”, cambios de energía o incluso presagios apocalípticos. Algunos videos virales en TikTok y X (antes Twitter) acumulan millones de reproducciones con teorías que carecen de respaldo científico.
La NASA aclaró en un comunicado que 3I/ATLAS no representa peligro alguno para la Tierra. Su distancia mínima es demasiado grande para generar efectos visibles o gravitacionales, y su observación solo será posible con telescopios especializados.
Pese a ello, la ola de desinformación sigue creciendo. Para los expertos en cultura digital, este fenómeno refleja una tendencia contemporánea: la mezcla de ciencia, misterio y ansiedad global. “El espacio exterior sigue siendo un espejo de nuestros miedos e ilusiones. Lo desconocido atrae, pero también asusta”, concluyó la astrónoma mexicana María del Sol Torres.
El paso de 3I/ATLAS, más allá de su espectacularidad cósmica, se ha convertido en un espejo de cómo la humanidad enfrenta el misterio: con la misma intensidad con la que teme, también sueña.