Alemania irá a elecciones anticipadas por colapso político
El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, anunció oficialmente la disolución del Bundestag, la cámara baja del Parlamento, y convocó a elecciones anticipadas para el próximo 23 de febrero de 2025. Esta decisión responde al colapso de la coalición tripartita que encabezaba el canciller Olaf Scholz, marcando un punto crítico en la política alemana tras meses de tensiones internas y desacuerdos programáticos.
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La coalición conocida como el “semáforo” (por los colores de sus partidos integrantes: socialdemócratas del SPD, verdes de Los Verdes y liberales del FDP) fue concebida como una alianza progresista y pragmática tras las elecciones de 2021. Sin embargo, los conflictos en torno a políticas económicas, climáticas y de defensa llevaron a su fragmentación.
La salida de Christian Lindner, ministro de Finanzas y líder del FDP, fue un catalizador clave. Lindner renunció hace tres semanas, argumentando que “el rumbo fiscal impuesto por el gobierno es insostenible y está alejándose de los principios de responsabilidad que deben guiar nuestra política económica”.
La gestión de Scholz enfrentó desafíos internos y externos. En el ámbito doméstico, el aumento del costo de vida, el descontento con las reformas energéticas y una economía que bordea la recesión erosionaron el apoyo popular.
A esto se sumaron discrepancias en la política climática, donde Los Verdes buscaron acelerar la transición energética a pesar de la oposición de los liberales, preocupados por su impacto en la industria y las pequeñas empresas. Según Lindner, “la insistencia en medidas verdes radicales está sacrificando el bienestar económico del país en nombre de un idealismo que no podemos permitirnos”.
En el plano internacional, la postura de Alemania frente a la guerra en Ucrania y las tensiones con China dividieron al gabinete. La oposición conservadora de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y su aliada bávara, la Unión Social Cristiana (CSU), aprovechó estas divisiones para cuestionar la viabilidad de la coalición.
El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, disolvió el parlamento este viernes y oficializó la convocatoria de elecciones anticipadas para el 23 de febrero, tras la caída del Gobierno socialdemócrata de Olaf Scholz. Amplía esta información: https://t.co/Dz2quKls37 pic.twitter.com/I4IVxMTBDR
— El Noticiero Televen (@El_Noticiero) December 27, 2024
El anuncio de Steinmeier pone a prueba el modelo de gobernabilidad en Alemania. Aunque los partidos han comenzado a delinear sus estrategias, el panorama es incierto. Las encuestas iniciales sugieren una recuperación de la CDU/CSU, liderada por Friedrich Merz, mientras que el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) continúa ganando terreno, especialmente en el este del país.
Por su parte, el SPD de Scholz buscará reposicionarse como una opción estable frente a la fragmentación, aunque enfrenta el desafío de recuperar la confianza perdida. Los Verdes y el FDP tendrán que justificar su papel en la coalición rota, lo que podría costarles apoyo entre sus bases.
La crisis política en Alemania llega en un momento crucial para la Unión Europea. Como la mayor economía del bloque, la estabilidad alemana es esencial para la recuperación económica de Europa, afectada por la inflación y las consecuencias de la guerra en Ucrania. Además, Alemania desempeña un papel central en la configuración de políticas clave, como la transición energética y las relaciones con Estados Unidos y China.
La incertidumbre también podría fortalecer a las fuerzas populistas y euroescépticas en Alemania y otros países del continente, un factor que preocupa a Bruselas y otras capitales europeas.
Mientras los partidos políticos preparan sus campañas, los ciudadanos alemanes enfrentan un dilema: optar por el continuismo, aunque imperfecto, o explorar alternativas con riesgos potenciales para la estabilidad. El resultado de las elecciones del 23 de febrero de 2025 no solo definirá el futuro inmediato de Alemania, sino también su rol como líder en una Europa que atraviesa un periodo de redefinición.
La disolución del Bundestag refleja el fracaso de un experimento de coalición ambicioso pero frágil, dejando en evidencia que la diversidad ideológica, aunque enriquecedora, requiere bases más sólidas para sostenerse en el tiempo. Las elecciones anticipadas se presentan, por tanto, como un momento decisivo para reevaluar las prioridades nacionales y retomar la senda de la gobernabilidad en una Alemania que sigue siendo fundamental para el equilibrio global.
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