Crece la anemia en mujeres embarazadas en zonas vulnerables de México y especialistas piden acción urgente

Expertos advierten que la anemia en mujeres embarazadas provoca complicaciones como parto prematuro, bajo peso neonatal y graves afectaciones maternas
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Una “epidemia silenciosa” acecha a las mujeres gestantes en México: en algunas zonas del país hasta el 40 % de las embarazadas padece anemia, una condición que pone en riesgo tanto su salud como la del feto, alertan especialistas.

Los casos de anemia en mujeres embarazadas siguen en aumento

La deficiencia de hierro entre mujeres embarazadas en México alcanza cifras alarmantes.

De acuerdo con datos oficiales, en entidades como Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la anemia puede afectar hasta al 40 % de las gestantes en ciertas regiones, mientras que a nivel nacional las cifras oscilan entre el 20 % y el 39 %, dependiendo del contexto sanitario y social.

Especialistas califican este fenómeno no como una enfermedad aislada, sino como una crisis de salud pública que exige diagnóstico oportuno, tratamiento eficaz y políticas preventivas.

La anemia en el embarazo no solo merma la salud de la mujer, provocando fatiga, dificultad respiratoria e incluso depresión posparto, sino que puede derivar en riesgos obstétricos significativos: parto prematuro, bajo peso al nacer, hemorragias y aumento de la mortalidad materna.

Además, la deficiencia de hierro durante la gestación puede causar un desarrollo fetal subóptimo, poniendo en peligro el crecimiento intrauterino y ocasionando posibles consecuencias neurológicas irreversibles en el bebé.

Lo que se debe hacer ya: detección, tratamiento y política pública

El aumento del volumen plasmático durante el embarazo incrementa la demanda de hierro de la madre, lo que eleva la vulnerabilidad a la anemia, sobre todo en regiones con carencias nutricionales, servicios de salud limitados o condiciones socioeconómicas desfavorables.

Asimismo, la edad materna (especialmente mujeres menores de 20 años o mayores de 35) y la falta de control prenatal temprano incrementan la probabilidad de padecer anemia gestacional.

El llamado de los especialistas es claro: es urgente atender esa “epidemia silenciosa” con estrategias integrales. Entre las recomendaciones destacan:

  • Diagnóstico temprano de deficiencia de hierro incluso antes del embarazo.
  • Suplementación con hierro, vía oral o intravenosa según el caso.
  • Educación prenatal sobre nutrición y monitoreo constante de hemoglobina.
  • Políticas públicas que garanticen acceso a atención médica y suplementos en zonas vulnerables.

Según la evidencia, solo con ese enfoque se podrá “romper el círculo vicioso” que pone en riesgo la salud de madres y recién nacidos.