Bukele se enoja y enviará Ley de Agentes Extranjeros para cobrar 30% a ONG’S

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció el día de hoy, hace unos momentos, en su cuenta de X (anteriormente Twitter) la presentación de un proyecto de Ley de Agentes Extranjeros ante la Asamblea Legislativa.

Esta iniciativa busca imponer un impuesto del 30% sobre las donaciones extranjeras que reciben las organizaciones no gubernamentales (ONG) que, según el gobierno, participan en actividades políticas financiadas desde el extranjero .

Bukele argumenta que esta medida es necesaria para proteger la soberanía nacional y evitar la injerencia extranjera en los asuntos internos del país.

Según el presidente, algunas ONG han sido utilizadas como fachada para financiar protestas y actividades políticas en El Salvador, lo que justifica la implementación de esta ley.

Ayer fuimos testigos de cómo personas humildes fueron manipuladas por grupos autodenominados de izquierda y ONG globalistas, cuyo único objetivo real es atacar al gobierno.

La presencia coordinada de medios, el acarreo evidente y los banners impresos profesionalmente lo…

— Nayib Bukele (@nayibbukele) May 13, 2025

El mandatario ha comparado esta propuesta con la Ley de Registro de Agentes Extranjeros de Estados Unidos, conocida como FARA, señalando que si una ley similar es válida en países desarrollados, también debería serlo en El Salvador .

La propuesta ha generado preocupación entre organizaciones de derechos humanos y la sociedad civil, que temen que esta ley pueda ser utilizada para restringir la libertad de expresión y limitar el trabajo de las ONG en el país .

El proyecto de ley establece que las organizaciones que reciban fondos del extranjero deberán registrarse como “agentes extranjeros” y estarán sujetas al impuesto del 30% sobre las donaciones recibidas.

Además, se contempla la creación de un Registro de Agentes Extranjeros, administrado por el Ministerio de Gobernación, que supervisará las actividades de estas organizaciones.

Esta propuesta de ley ha generado un intenso debate en El Salvador, con opiniones divididas sobre su impacto en la democracia y la participación de la sociedad civil en los asuntos del país.

YM