Marcha del 2 de octubre deja 94 policías hospitalizados y 29 civiles heridos

La marcha conmemorativa por el 57 aniversario de la matanza del 2 de octubre en Tlatelolco terminó en violencia en el corazón de la Ciudad de México, dejando como saldo 94 policías hospitalizados, 29 civiles heridos y un detenido por saqueo. Lo que inició como una movilización pacífica encabezada por el Comité 68 se transformó en un enfrentamiento prolongado entre elementos policiales y el llamado bloque negro, cuya irrupción impidió que miles de asistentes pudieran escuchar el mensaje central en la plancha del Zócalo.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), los choques se prolongaron por más de una hora en calles aledañas como Madero, 16 de Septiembre y 5 de Mayo, donde encapuchados lanzaron piedras, palos, objetos metálicos e incluso bombas molotov. En respuesta, la policía utilizó extintores y su equipo de protección para intentar contenerlos, descartando el uso de gas lacrimógeno o armas de fuego. La intensidad del enfrentamiento fue tal que un elemento policial resultó con las piernas incendiadas.
Los disturbios incluyeron incendios de vallas, destrozos y saqueos en establecimientos comerciales del Centro Histórico, entre ellos una joyería, donde se detuvo a un presunto responsable, así como daños en una tienda Bodega Aurrerá, un local de Comex y un comercio 3B. Además, reporteros denunciaron el robo de sus equipos de trabajo por parte de encapuchados. En la plancha del Zócalo se levantó una fogata con escudos y cascos de la policía, acompañada de consignas contra el Estado.
El Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) intervino para atender a policías y manifestantes, trasladando a varios de ellos en camillas tras sufrir golpes, desmayos e intoxicaciones por humo. El último balance oficial reporta 94 policías hospitalizados, mientras que los 29 civiles lesionados fueron auxiliados en hospitales y en el sitio. La Brigada Marabunta y observadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos formaron cadenas humanas para separar a ambos grupos y evitar una mayor escalada.
La SSC, encabezada por Pablo Vázquez, señaló que el operativo tuvo como objetivo acompañar la marcha y garantizar la seguridad de los asistentes, pero el actuar violento del bloque negro desbordó las capacidades de contención. “Nuestros elementos solo portan casco, escudo, rodilleras, coderas y extintores; no se utiliza ningún tipo de gas ni armas letales”, precisó el funcionario, quien confirmó que la prioridad fue minimizar riesgos para la población civil.
Más allá de los hechos violentos, la marcha tenía como eje recordar a las víctimas del 2 de octubre de 1968 y exigir justicia en causas pendientes como Ayotzinapa, la crisis de desapariciones en México y la violencia en Gaza. Sin embargo, la confrontación entre encapuchados y policías desplazó el tono conmemorativo y limitó la participación pacífica de miles de ciudadanos.
Con la plaza desalojada y el mitin interrumpido, la jornada cerró con una imagen contrastante: por un lado, las consignas históricas de memoria y justicia; por el otro, un Zócalo marcado por fuego, saqueos y violencia que reabren el debate sobre la capacidad del Estado para garantizar tanto el derecho a la protesta como la seguridad pública en fechas de alto simbolismo político y social.
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