¡La muerte es una fiesta! Celebran con Festival de Día de Muertos en La Paz
Sonrisas y nostalgias bajo los bailes y cantos entre altares, envueltos en flores, calaveras, colores, artesanías y destellos que alumbraban el Teatro de la Ciudad, en la capital del estado, para celebrar el Día de Muertos. “Hoy es un día de festejo”, decía la “palomilla”; un tiempo de honrar a quienes más extrañamos, veneramos y amamos.
Para nosotros, los mexicanos, el 2 de noviembre significa una celebración que resulta en una algarabía, un gozo y una oportunidad de rememorar los recuerdos más profundos y puros de nuestros fieles difuntos; la muerte, se convierte en una fiesta.
Catrinas deslumbrantes bailando al son de la música, siendo un símbolo tan tradicional y llamativo que, para quienes resultan ser oriundos de los países del extranjero, era algo impresionante y creativo. Tan así, que hasta ellos también decidieron personificarse con sus maquillajes y vestimentas muy propias de la cultura mexicana.
“Ahora quiero un elote”, expresaba la comunidad; y es que, ¿con qué acompañamos el gran festejo? Con la tradicional gastronomía que inclusive se convierte en un patrimonio cultural y hasta peculiar para algunos, incluyendo el tradicional y delicioso pan de muerto en sus diversas variedades.
Entre rareza y confusión, veíamos a las y los extranjeros muy atentos a las enseñanzas de los mexicanos para comer tamales en hoja de plátano y taquitos a la perfección, mientras escuchaban el mariachi y apreciaban los bailes folklóricos cobijando esta tradición dirigida a nuestros difuntos adorados.
Ahora, tras la comida, el baile y los cantos, llegó la esperada hora de las votaciones de catrinas y el concurso de altares. La población resultaba atenta, el área tan colorida despertaba una mezcla de sentimientos encontrados.
Todo este acontecimiento se presentó en el XXIII Festival Tradicional de Día de Muertos, organizado por el Gobierno del Estado de Baja California Sur, a través del Instituto Sudcaliforniano de Cultura.
LLG