No me digan que la ley es la ley

¿Somos iguales todos los países de América Latina?

Si Uds. han viajado a América del Sur y América Central se habrán dado cuenta que el gigante del norte no son los Estados Unidos, sino es México.

México era respetado en esas zonas, por lo menos antes de López Obrador, como un gran ejemplo de país, sus instituciones, su belleza, su música, la calidez de sus habitantes y su importancia como nación latino americana.

Ahora varios países nos han dado clase de leyes, demostrando cómo se respetan en un país que se ostenta democrático.

Un hijo del Presidente de Colombia, Gustavo Petro fue detenido y consignado por lavado de dinero.

En Argentina Cristina Fernández de Kirchner fue acusada y consignada de lavado de dinero y corrupción y el vicepresidente Armando Boudou fue consignado por lavado de dinero y corrupción también.

En Brasil se condenó a Luis Lula de Silva y al jefe de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha por lavado de dinero y corrupción.

En Perú y Guatemala hay investigaciones en proceso donde están ligando a empresarios coludidos con funcionarios gubernamentales de alto nivel.

No cabe duda que Latino América nos está poniendo el ejemplo de castigar excesos derivados de abuso de poder, mal que nos aqueja en este momento, y están convencidos que la legitimidad de un país la da la aplicación de las leyes.

La impunidad reina en México y auténticamente volvimos a la Edad de Piedra, donde la ley del más fuerte es la que manda y claramente sabemos quién es.

En México se mencionó la necesidad de juzgar a expresidentes por actos ilegales en un arranque de López Obrador,

se organizó una votación, se llevó a cabo, el resultado fue seguir adelante con los juicios, y qué pasó? No pasó nada. El presidente en turno que decide todo lo qué pasa en México, lo guardó en un cajón y está olvidado.

Esperemos que algún día no muy lejano tengamos un estado de derecho donde no reine el cinismo y la impunidad, en francos delincuentes, por sentirse protegidos, cómo está sucediendo ahora

Lo que tenemos en México es la frase de López Obrador que lo describe de cuerpo entero,

“no me digan que la ley es la ley”