“Comando Vermelho”: así opera el grupo de narcotráfico más temido y poderoso de Brasil

El Comando Vermelho (CV) volvió a colocarse en el centro del debate público en Brasil tras un operativo sin precedentes en Río de Janeiro, que las autoridades calificaron como “el mayor despliegue policial de la historia reciente”. El grupo criminal, considerado el más violento y temido del país, mantiene un control extendido sobre decenas de comunidades en el estado fluminense y una red de narcotráfico que se proyecta a nivel regional, con ramificaciones que alcanzan Bolivia, Paraguay y Colombia.
El origen del Comando Vermelho se remonta a los años setenta, dentro del penal de Ilha Grande, donde presos comunes compartían celdas con militantes de izquierda encarcelados por la dictadura militar. La convivencia derivó en una estructura de cooperación que dio vida a la llamada Falange Vermelha, una organización que combinó lealtad, disciplina y un código de solidaridad entre internos. Con el paso de los años, el grupo abandonó su componente político para transformarse en una facción criminal orientada al narcotráfico.
Leer más: Puentes y días de descanso que disfrutarán trabajadores y estudiantes en noviembre
Durante la década de 1980, el Comando Vermelho consolidó su poder en las favelas de Río, imponiendo un sistema paralelo de control social. Proporcionó servicios básicos, generó empleos informales y estableció castigos propios, creando una relación ambigua con la población: represión y protección al mismo tiempo. Su incursión en el tráfico de cocaína marcó un punto de inflexión. Desde entonces, el grupo mantuvo vínculos directos con cárteles colombianos y bolivianos, asegurando el flujo de droga hacia los puertos brasileños con destino a Europa y África.
Según Insight Crime, para 2020 el Comando Vermelho contaba con más de 30.000 miembros activos en todo el país, una cifra que lo convierte en la organización criminal más numerosa de Brasil. Su estructura, altamente descentralizada, permite su supervivencia pese a la caída de sus principales líderes. El modelo de operación se basa en la autonomía local de las “bocas de fumo” —puntos de venta de droga—, pero bajo un código común que garantiza disciplina y lealtad.
Leer más: Estudio en Playa del Carmen revela que el 90% de los cenotes presentan contaminación
Las guerras internas entre facciones criminales han sido una constante en su historia. Su principal enemigo es el Primer Comando da Capital (PCC), nacido en São Paulo y con quien mantiene una disputa territorial que ha desatado cientos de muertes en prisiones y calles de Brasil. Estas confrontaciones no solo afectan a los grupos delictivos, sino también a comunidades enteras atrapadas en el fuego cruzado.
El reciente operativo en Río, en el que participaron más de 2.000 agentes de seguridad, buscó debilitar el dominio del Comando Vermelho en zonas estratégicas. Sin embargo, expertos advierten que este tipo de acciones pueden tener un efecto contraproducente, favoreciendo el avance de milicias rivales formadas por ex policías y militares que controlan otras áreas del narcotráfico y la extorsión. Las autoridades reconocen que el poder del CV no depende solo de las armas, sino también de su capacidad para sustituir al Estado en comunidades donde la presencia institucional es mínima.
Leer más: Simón Levy es detenido en Portugal; enfrentará procesos por fraude, amenazas y daño ambiental
A cinco décadas de su creación, el Comando Vermelho se mantiene como un actor dominante del crimen organizado latinoamericano, adaptándose a los cambios del mercado y expandiendo su influencia fuera de Brasil. Su estructura flexible, sus alianzas internacionales y su control sobre las favelas lo consolidan como un símbolo de poder criminal y resistencia territorial, difícil de erradicar incluso para el Estado brasileño.
Únete AQUÍ a nuestro canal de WhatsApp TRIBUNA DE MÉXICO