COVID-19 seis años después: más de 7 millones de fallecidos y un panorama global de riesgo cambiante

Al cumplirse seis años de la aparición del COVID-19, la OMS confirma más de 7 millones de muertes y advierte que el riesgo sanitario sigue activo en todo el mundo
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Este diciembre se cumplen seis años desde que la COVID-19 entró en el foco global de salud pública. En ese lapso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó más de 7 millones de muertes confirmadas en todo el mundo, cifra que subraya tanto la magnitud del impacto como la necesidad de adaptarnos al nuevo nivel de riesgo que vivimos.

A finales de 2019, se identificaron los primeros casos del SARS-CoV-2 y poco después estalló la pandemia de COVID-19. Seis años después, el balance internacional deja un legado que va más allá de los hospitales y las cifras.

La OMS señala que los datos globales de muertes por COVID-19 abarcan todos los rincones del planeta, aunque advierte que los registros dependen cada vez más de reportes semanales y varían según país.

¿Cuántas muertes ha causado el COVID-19 desde 2019?

El tablero de la OMS muestra que las muertes por COVID-19 están categorizadas como “muertes confirmadas” y provienen de los informes oficiales que los países envían al organismo. Las diferencias en definición, frecuencia de reporte y disponibilidad de pruebas hacen que la cifra real pueda ser mayor.

Con un total de 7,103,253 de muertes confirman que la enfermedad no solo fue una crisis de corta duración, sino un cambio estructural en salud mundial.

La pandemia vivida quedará marcada en la historia

Aunque los grandes picos de la pandemia ya pasaron, los expertos advierten que el virus sigue circulando y que el riesgo “crónico” persiste. La reducción drástica de hospitalizaciones en varios países no implica que el peligro haya desaparecido.

Las variaciones por región, la llegada de nuevas variantes y la fatiga de las poblaciones hacen que la vigilancia siga siendo indispensable.

La pandemia enseñó que un patógeno nuevo puede alterar la vida global en meses. Pero también dejó enseñanzas clave: la importancia de fortalecer los sistemas de salud, diversificar las cadenas de producción de vacunas, y mejorar la cooperación internacional.

Sin embargo, aún hay retos abiertos: asegurar una cobertura vacunal universal, mejorar la vigilancia de enfermedades emergentes, y mantener la atención en enfermedades como la COVID-19 en un entorno mediático que ya mira hacia otras prioridades.

¿Por qué sigue siendo relevante el COVID-19?

La respuesta es clara: porque la aparición de variantes, la resistencia vacunal parcial, y la desigualdad en el acceso a atención médica hacen que la enfermedad no sea cosa del pasado.

Las autoridades de salud global insisten en que incluso en fases de “control” debemos mantener vigilancia, infraestructura de respuesta y educación pública para estar preparados ante cualquier rebrote o nuevo virus.

¿Cómo afectó a México y al resto de Latinoamérica?

En la región de América Latina, el impacto de la COVID-19 dejó estragos tanto en salud como en economía. Aunque las cifras específicas varían entre países, las lecciones son comunes: saturación hospitalaria, incremento de mortalidad, y aparición de efectos a largo plazo (como el “COVID prolongado”).

En México, este sexto aniversario es una oportunidad para revisar los protocolos, asegurar que la vacunación esté al día, y fortalecer la prevención.

En este contexto, aunque no estamos en una situación de emergencia aguda, el virus continúa siendo un riesgo latente que puede retomar fuerza si bajamos la guardia.

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