Desconéctate de la tecnología y tendrás una mejor salud mental

El surgimiento de la tecno adicción tiene como consecuencia una serie de trastornos creados por el abuso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICS), uno de ellos es el considerado síndrome de la llamada fantasma, creado por la sensación de que el celular vibra constantemente, motivo por el cual inconscientemente se hace la revisión de la pantalla del dispositivo varias veces durante el día.

Argelia González Vázquez, psicóloga, ha mencionado que derivado a este uso constante de las tecnologías algunas de las medidas a seguir para moderar el uso de las mismas consisten en realizar pausas que permitan el desapego de los dispositivos electrónicos, tanto en los menores de edad como para los adultos, siempre y cuando estos períodos de descanso no intervengan con las responsabilidades o el trabajo.

“Si hablamos por ejemplo de menores de edad que han tenido acceso por la escuela, utilizar estos periodos en los que no están en la escuela, por ejemplo, ahorita es limitar un poco el uso poner horarios específicos incluso retirar durante todo el periodo vacacional o durante los fines de semana, retirar por completo los dispositivos hasta donde sea posible y como adultos, si es que esto forma parte de nuestra labor de nuestro trabajo utilizar pausas.

Por ejemplo, evitar llevarnos al baño nuestro celular, utilizar estos momentos en donde ellos sepan, que no se recibirá alguna llamada, no tengo que estar pendiente de un correo, no tengo que estar pendiente de ciertas notificaciones utilizar estos momentos, cinco minutos, diez minutos, comer sin el dispositivo cerca hasta donde sea posible estos pequeños periodos marcaran la diferencia”.

La Organización Mundial de la Salud muestra que una de cada cuatro personas sufre trastornos de conducta relacionados con las nuevas adicciones. Se puede hablar de adicción en todos aquellos casos en los que la afición interfiere en la vida diaria.

Entre las señales de alerta que pueden indicarnos una adicción, destacan las siguientes: pérdida de tiempo de estudio, menor dedicación a las relaciones interpersonales y a otras actividades de ocio.

Por otra parte, existe otro término, el vamping, el cual se refiere al trastorno que consiste en el uso excesivo de los celulares por las noches, justo antes de dormir, acción que reduce las horas de sueño impidiendo la generación de la melatonina, que es una hormona producida por la glándula pineal que tiene diversas funciones en el cuerpo y especialmente en la regulación del ciclo del sueño.

Evita poner alarma antes de dormir

De acuerdo con la psicóloga González Vázquez, el evitar poner una alarma en los dispositivos móviles podrá ayudar a reparar las horas de sueño limitando de esta manera el uso de las tecnologías.

“El poner el despertador en el celular, implica que cualquier notificación impida el sueño, porque ni siquiera dormidos se puede estar libre de estas notificaciones. Esta es una acción que nos puede ayudar a tener sueños más reparadores; si no tengo otra opción que poner el despertador en mi celular, entonces puedo ponerlo en modo avión.

Hay algunos equipos que traen alternativa que se llama no molestar, de manera que la única notificación que voy a recibir mientras descanso, será cuando llegue el momento de despertarme. Si notas que ya ni siquiera eso puedes hacer, que básicamente no te puedes despegar de tu equipo porque genera ansiedad, se debe acudir a un especialista porque ahí sí podríamos estar hablando de una adicción como tal, o sea, es esta necesidad compulsiva e irracional”.

Algunas de las recomendaciones para reducir el tiempo de los dispositivos móviles y evitar con ello la generación de tecnoestrés o tecnoadicción son la desactivación del móvil durante la cena hasta el desayuno, lo cual permitirá tener una mayor relajación y descanso óptimo.

Además, la eliminación de sonidos y vibraciones asociadas a las notificaciones evitará el impulso de revisar constantemente los dispositivos, asimismo se puede retirar de la pantalla principal apps que avisan actividades pendientes o notificaciones que generan la ansiedad de la revisión constante, por último, es fundamental pasar momentos de calidad y esparcimiento familiar.