Disminuye la diversidad marina en Isla San José; científicos alertan sobre efectos del calentamiento oceánico

Foto: Cortesía
Un estudio reciente realizado en la Isla San José, en el Golfo de California, reveló un fenómeno alarmante: aunque la cantidad de peces en la zona aumentó, la diversidad de especies disminuyó en un 39.5% respecto a los registros obtenidos entre 2001 y 2002.
Así lo informó Isabelle Nelson Morales, egresada de Biología Marina por la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) e integrante del Programa de Investigación Marina de Isla San José, quien se encarga del monitoreo de comunidades de peces en la región.
“Antes habían encontrado 76 géneros y yo encontré solamente 46, lo cual es una disminución de casi el 40%. Esto nos abre los ojos a que muchas especies no están aguantando las temperaturas y han migrado a otros lugares”.
La investigadora explicó que este fenómeno está directamente relacionado con el aumento sostenido de la temperatura del mar, derivado del cambio climático. En comparación con los primeros registros, el mar presenta hasta tres grados centígrados más, un incremento que, aunque parezca mínimo, implica profundos cambios en los ecosistemas marinos.
El fenómeno conocido como “The Blob”, ocurrido desde 2014, ha afectado a todo el Pacífico, desde Alaska hasta el Golfo de California, alterando el equilibrio térmico y las rutas migratorias de múltiples especies.
“En el mar, un cambio de tan solo un grado requiere muchísima energía y cambios atmosféricos para ocurrir. Que haya subido tres grados está causando afectaciones a comunidades enteras, ya no solo a nivel de especie”.
Isabelle señaló que, aunque su equipo contó con el patrocinio del Grupo Indi, los proyectos de investigación marina suelen enfrentar falta de financiamiento público. “Fuimos muy afortunados, pero sabemos que no es el caso para muchos proyectos científicos en el país”, comentó.
La especialista destacó también la necesidad de fomentar el consumo responsable de productos del mar, apoyando a los pescadores locales del Manglito y promoviendo prácticas sustentables que ayuden a mantener la salud del ecosistema.
“Mientras más fresco sea el pescado y menos intermediarios tenga, mejor es su consumo para nosotros y para el mar. Comprar local también es una forma de cuidar el océano”, subrayó.
El estudio forma parte de una investigación comparativa con otras islas del Golfo de California, como Espíritu Santo, con el fin de determinar las variaciones en biodiversidad y el impacto del cambio climático en los ecosistemas marinos del noroeste mexicano.
Únete AQUÍ a nuestro canal de WhatsApp TRIBUNA DE MÉXICO