Influencers forman sindicato: amenazan con huelga y dejar sin contenido a las audiencias

Un grupo de influencers en Australia ha conformado el primer sindicato de creadores digitales del país, generando debate en redes sociales y medios tradicionales. Encabezado por Verónica B, tiktoker reconocida tras su aparición en los Sydney TikTok Awards 2024, el colectivo busca reconocimiento legal, beneficios laborales y respeto público a su actividad profesional.
La organización, nombrada “Unión de Influencers de Australia”, fue presentada formalmente en julio de 2025 durante un evento en el AIIMS Creator Hub, en Sídney. Según sus integrantes, la industria de creación de contenido digital ha sido históricamente minimizada, a pesar de su impacto en la economía y en los hábitos de consumo, desde la moda hasta la gastronomía.
Durante su intervención, Verónica B declaró que el gremio está cansado de ser tratado como una broma, asegurando que sus tareas diarias —planificación, grabación, edición y promoción— exigen tiempo, energía y un esfuerzo comparable al de otros sectores profesionales. También mencionó afectaciones a su salud mental como resultado de la presión constante por mantenerse vigente.
El sindicato de influencers exige ser considerado parte formal del ecosistema laboral, con acceso a seguros médicos, vacaciones pagadas y tarifas mínimas estandarizadas para colaboraciones comerciales. Además, piden mayor respeto de parte del público, las marcas y los medios de comunicación.
Una de las frases más destacadas del evento fue: “Sin nosotres, no sabrían qué ponerse ni qué restaurante probar”, en referencia al papel de los creadores en la recomendación de productos, servicios y lugares. Esta afirmación generó tanto apoyo como críticas en internet.
La influencer Jasmin Mitwali, también miembro del movimiento, comparó la presión de generar contenido digital con la carga de trabajo de médicos y profesores, argumentando que la exposición constante al escrutinio público agrega una dimensión distinta de dificultad.
El sindicato no descarta iniciar una huelga digital, que consistiría en la suspensión temporal de producción de contenido en redes sociales como forma de presión para que sus demandas sean atendidas. La medida busca visibilizar el vacío que dejarían en la vida diaria de millones de seguidores.
A pesar del anuncio, las autoridades laborales de Australia aún no han emitido una respuesta oficial sobre la validez o el reconocimiento del sindicato de influencers, ni sobre la viabilidad de sus demandas en el marco legal actual.
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