Italia abre indagación internacional por presuntos safaris humanos en Sarajevo durante la guerra

Foto: Sana
La Fiscalía de Milán ha iniciado una investigación sobre una denuncia que denuncia que ciudadanos, especialmente italianos y algunos españoles influyentes, pagaban sumas millonarias para participar como francotiradores en el asedio de Sarajevo (1992-1996) y disparar contra civiles como si se tratara de un macabro «safari de guerra».
El caso, impulsado por el periodista Ezio Gavazzeni, reaviva el horror silenciado de la guerra en los Balcanes.
Más de tres décadas han pasado desde el fin del asedio de Sarajevo, pero una denuncia reciente ha reabierto una herida aterradora: presuntos “safaris humanos” organizados durante la guerra de Bosnia, en los que particulares ricos habrían pagado para disparar a civiles desde posiciones en las colinas que rodeaban la ciudad.
El documental Sarajevo Safari como detonante de nuevas líneas de investigación
La investigación judicial italiana se desencadenó tras la presentación de un dossier de 17 páginas por parte del escritor y periodista Ezio Gavazzeni, quien ha reunido testimonios, documentos de inteligencia y elementos probatorios.
Entre los señalados, además de italianos, habría ciudadanos de otras nacionalidades con altos recursos económicos, incluso españoles de gran influencia.
Según la denuncia, estos llamados “turistas francotiradores” costeaban entre 80.000 y hasta 120.000 euros por viaje para tener acceso a posiciones de tiro controladas por milicianos serbobosnios.
Los testimonios sugieren incluso que los pagos variaban según el tipo de víctima: por ejemplo, disparar contra un niño era aún más caro.
Entre las fuentes más duras figura Edin Subasic, exoficial de inteligencia bosnio, quien relató que un prisionero serbio confesó que tres italianos no eran soldados, sino que habían pagado para matar “como si fuera un safari humano”.
También un exbombero estadounidense, John Jordan, presente en Sarajevo durante el conflicto, declaró en su momento haber visto tiradores europeos con “vestimenta no militar” y armas de precisión.
La investigación italiana reabre el caso de los safaris humanos en Sarajevo
Las pruebas presentadas por Gavazzeni incluyen, de acuerdo con medios, referencias a documentos secretos de la antigua agencia de inteligencia italiana SISMI, que alertaron sobre la presencia de al menos cinco tiradores italianos en las colinas serbias.
Los fiscales de Milán, encabezados por Alessandro Gobbis, han transferido la investigación a la unidad ROS de los Carabinieri, especializada en casos internacionales complejos.
El delito que se investiga es grave: homicidio voluntario con agravantes de “crueldad” y “motivos abyectos”, lo que significa que en principio esos hechos no podrían prescribir.
Hubo extranjeros involucrados en estos “safaris humanos”
La denuncia no sólo apunta a ciudadanos italianos, sino también a “personas muy ricas” de otras nacionalidades, incluidos españoles (abogados, empresarios, notarios) según entrevistas con Gavazzeni.
Esto convierte al caso en una posible investigación transnacional de crímenes de guerra cometidos por personas que, en teoría, no ocupaban un papel militar formal.
Por su parte, la exalcaldesa de Sarajevo, Benjamina Karić, respalda las acusaciones y ha pedido que se haga justicia.
Algunos medios bosnios y europeos han recogido el horroroso relato como una de las facetas más oscuras del antiguo conflicto, casi cinematográfica: un “turismo mortal” en medio de una ciudad sitiada.
Durante el sitio de Sarajevo (1992-1996), murieron más de 11.000 personas, gran parte civiles, mientras los francotiradores serbobosnios desarrollaban una estrategia de terror que convirtió calles y avenidas en trampas mortales.
En ese contexto, la hipótesis de que parte del fuego provino no solo de milicianos, sino de “turistas armados”, arroja una sombra especialmente siniestra.
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