Frenan el Proyecto KUNI debido a la movilización ciudadana en La Paz

La evaluación de impacto ambiental del proyecto KUNI fue cancelada recientemente, debido al desistimiento de la propia empresa desarrolladora, y no por un rechazo formal de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). Así lo informó el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), dejando claro que la decisión de suspender el trámite fue tomada por la empresa, luego de meses de presión ciudadana en La Paz.

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Alejandro Olivera, representante del Centro para la Diversidad Biológica (CDB), destacó la importancia de la movilización ciudadana, que desempeñó un papel crucial en la cancelación del proyecto. A través de una campaña de sensibilización e incidencia, los ciudadanos lograron que los promotores de KUNI decidieran retirar la solicitud de manifestación de impacto ambiental, un trámite clave para que el proyecto avanzara.

“Hace mucho que no se veía un movimiento ciudadano para la defensa de Balandra y los demás recursos naturales. Fue algo bastante orgánico, ni siquiera fue liderado por una ONG, fue totalmente ciudadano y fue bastante informado. Fue un ejercicio de participación pública muy nutritivo, ya que también estuvieron mandando comentarios a la SEMARNAT sobre el impacto ambiental”, aseguró Olivera.

El proyecto KUNI planteaba la construcción de un complejo turístico de gran escala, con más de 5 mil 700 lotes habitacionales y 15 mil cuartos de hotel. De haberse concretado, el desarrollo habría ocupado varias extensiones de tierra cerca de la zona protegida de Balandra, un área considerada de alto valor ecológico debido a su biodiversidad.

La preocupación de los grupos ecologistas y de la sociedad paceña se centraba en los impactos que el proyecto tendría sobre los recursos naturales de la región, particularmente en cuanto a la disponibilidad de agua, dado que la zona ya enfrenta una grave crisis hídrica.

“Vienen a competir obviamente con los recursos y quitar recursos a los ciudadanos, de por sí en La Paz tenemos una crisis hídrica hay sequía, entonces cualquier proyecto que se plantee de esta magnitud en el cual sus requerimientos de agua sean bastante grandes causa preocupación”, señaló Alejandro Olivera.

Aunque la cancelación de la evaluación de impacto ambiental es un triunfo para los defensores del medio ambiente, el caso KUNI deja un precedente en la región sobre la lucha constante por equilibrar el desarrollo turístico con la preservación de los recursos naturales. Activistas y organizaciones locales continúan vigilantes ante futuros proyectos que pudieran poner en riesgo la biodiversidad de la península de Baja California Sur.

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