Dos vidas se perdieron en el imponente escenario de los Alpes italianos el pasado domingo 7 de enero, cuando una avalancha golpeó la región de Piemonte, cerca de la frontera con Suiza. El fatal desenlace se produjo en el Valle Formazza, a unos 2 mil 200 metros de altura, confirmó Federico Catania, portavoz del servicio de rescate italiano.

El drama se desencadenó a pleno mediodía cuando la naturaleza sorprendió a los excursionistas. Los esfuerzos de rescate, liderados por el grupo alpino CNSAS, se desplegaron en una búsqueda contrarreloj. En una incansable labor, encontraron los cuerpos de los montañistas tras la exploración.

Avalancha en el Himalaya deja siete muertos

El testimonio desgarrador de los rescatistas revela la triste escena: uno de los excursionistas se encontró sepultado bajo un manto de nieve, mientras el otro fue hallado en las gélidas aguas de un lago, víctima de la cruel embestida de la avalancha.

Tragedia en Val Formazza (Italia): Fallecen dos montañeros en una avalancha https://t.co/nQW86i7Ft6 pic.twitter.com/cfEYpRCtL2

— Lugares de Nieve (@lugaresdenieve) January 8, 2024

El operativo de rescate, desafiando las inclemencias del clima y los vientos rugientes, contó con la colaboración de rescatistas especializados y un perro adiestrado en este tipo de operaciones. La rápida acción, en parte facilitada por la presencia de guardias en la presa del lago Toggia, fue vital para la localización de los cuerpos.

Identifican cuerpos de montañistas muertos tras avalancha

Tras el rescate, las autoridades lograron identificar a las víctimas de esta fatídica jornada. Roberto Biançon, de 53 años y residente de Arluno, zona milanesa, fue uno de los montañistas hallados bajo la nieve. El otro, Vanessa Gatti, de alrededor de 30 años y residente en Origgi, zona de Varese, fue recuperada en el lago con el apoyo de las unidades caninas y submarinas de los bomberos.

Los informes locales señalan que ambos amantes del senderismo se aventuraron con raquetas de nieve, acompañados por su fiel compañero canino, cuyo paradero aún es desconocido.

A pesar de que el riesgo de avalancha se encontraba en el nivel 3 de la escala europea, y las condiciones meteorológicas presentaban desafíos con vientos feroces, la pareja decidió emprender su travesía, pero desconocían que también perderían la vida de manera dramática.