Mujeres policías de Los Cabos: empoderamiento y desafíos

El 22 de diciembre, a nivel nacional se celebra el Día del Policía, una profesión exigente que demanda compromiso y dedicación al servicio de la ciudadanía. CPS Noticias tuvo la oportunidad de entrevistar a Elizabeth Martínez, comandante de la Unidad Especializada en Atención a la Violencia Familiar y de Género de la Dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de Los Cabos. La comandante, con 14 años en el uniforme azul, compartió sus experiencias y perspectivas.

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Originaria de Sinaloa, la comandante Martínez expresó su satisfacción por cumplir uno de sus sueños al convertirse en policía en 2009. A lo largo de su carrera, ha brindado servicio a la ciudadanía con dedicación. Desde el establecimiento de la Unidad Especializada en Atención a la Violencia Familiar y de Género en mayo de 2014, ha liderado el grupo encargado de abordar casos de violencia familiar, que pueden involucrar a niños, niñas, adolescentes y personas de la tercera edad.

“Desde entonces me han dado la consigna de estar aquí en la unidad. Tu servidora es psicóloga, me preparé y estudié la carrera de psicología, estudié la maestría de psicología clínica con el objetivo de poder tener esta sensibilidad, apertura y conocimiento, para poder apoyar no solo a mí, porque esto de la violencia es algo que te carga, detrás de mí hay un equipo maravilloso, les debemos al equipo, por lo que para mi equipo me estoy preparando y para la gente, para poder brindar el apoyo íntegro, incondicional, con empatía y compromiso”, expresó.

La formación de la Unidad de Atención a la Violencia Familiar y de Género se gestó gracias al Instituto Municipal de las Mujeres. Iniciando como un proyecto piloto, el grupo se ha especializado y preparado para abordar las problemáticas de la violencia familiar en la comunidad, la mayor problemática social y de seguridad en Los Cabos.

Al preguntarle a la comandante Martínez sobre su experiencia más destacada, señaló que, sin duda, son aquellos momentos en los que las víctimas se acercan para expresar su agradecimiento por la atención brindada. Estas situaciones, para ella, son invaluables.

“La gratitud es el mayor premio que yo puedo recibir, que la gente te diga gracias, que un niño o niña te abrace, me pasó que una niña me dijo “gracias por salvarme”, a lo mejor ella no lo entiende en ese momento, la conciencia de lo que le pasó, pero que te abrace y te agradezca a veces quieres hasta soltar el llanto de la emoción que sientes y de lo que te transmiten las personas que te corresponden de esa manera y que te agradecen, es muy bonito”, expresó.

La comandante Martínez destacó que enfrentan desafíos en relación con la cultura de la denuncia para abordar la violencia familiar. En respuesta, la unidad organiza reuniones coloniales con charlas informativas y preventivas para reducir los índices de violencia que han aumentado en la región.

Respecto al papel significativo de las mujeres en la policía, la comandante subrayó la importancia del trabajo conjunto entre hombres y mujeres. Hizo hincapié en la necesidad de fomentar la paridad y la equidad de género, considerándolo un derecho fundamental en la actualidad.

“Entendamos que somos muy poderosas, inteligentes y fuertes. Esas mamás policías que tienen una labor tan grande desde despertarse, alistar a sus hijos, dejar la comida, lavar uniformes, estar al pendiente de los hijos y todavía venirse a trabajar para brindarle el apoyo a otras personas, incluso dejar de cuidar tu hogar para venir a cuidar los hogares de alguien más por ejemplo cuando hay huracanes, cuando hay este tipo de situaciones de que te tienes que quedar a reforzar y que no te puedes ir. El tema de la mujer es maravilloso, el portar el uniforme como mujer porque es como venir a tu segunda casa (…) ser mujer policía empodera mucho a otras mujeres y a otros hombres también porque estamos en un aprendizaje constante”.

En su mensaje final, Elizabeth Martínez, comandante de la Unidad Especializada en Atención a la Violencia Familiar y de Género, alentó a todos los jóvenes con el sueño de ser policías. Destacó que portar el uniforme debe hacerse con amor, integridad, entusiasmo, fe y, sobre todo, nunca dejar de soñar.

GCC