“Prioridades, prioridades y prioridades”

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Carlos rojas

Un padre de familia, con tres hijos en la escuela, con gastos normales de casa, su esposa cuidando el gasto y viendo que su sueldo le alcanza para sus gastos normales sin excesos, responsable con lo indispensable.

Sin embargo, un día sale de su casa y como necedad y ocurrencia, adquiere un auto último modelo que le gustó, pensando “luego veo como le hago”, gastando un dinero que no existe y sacrificando gastos vitales en su familia.

Este ejemplo de esa irresponsabilidad lo estamos viendo en nuestro presidente como jefe de la comuna, con claras responsabilidades no cumplidas adecuadamente por gastar en proyectos multimillonarios fallidos, dejando sin un presupuesto adecuado a los municipios, inversión en hospitales, inversión en infraestructura productiva como electricidad, obras hidráulicas, apoyo a policías locales y estatales, construcción de escuelas, apoyo a infraestructura necesaria en cada estado.

El dispendio por la cancelación del aeropuerto de la CDMX, el AIFA completamente fallido, el tren maya y dos bocas, ambos con un dispendio enorme y aún desconocido para lograr su terminación y operación, sin mayor planeación ni fechas precisas de terminación.

Sin duda alguna estas inversiones funcionarán algún día en el mejor de los casos, pero el hecho de realizar estas inversiones sacrificando innumerables necesidades en el país es una completa irresponsabilidad, siendo únicamente un alimento al ego personal del presidente en turno, mal planeadas, sin presupuestos confiables.

¿Es eso gobernar con responsabilidad?

Es exactamente el símil del padre de familia irresponsable que gasta en cosas innecesarias, sacrificando las indispensables sin cuidar el destino del dinero.

Por eso sirven conocimientos de administración pública, determinación de prioridades, inversiones socialmente rentables y cuidando la obligación primaria de cualquier gobierno que es proporcionar bienestar a la ciudadanía con seguridad y llevar a cabo sus obligaciones de servicios a la comunidad y no actuar a través de ocurrencias o necedades.

Nuestro país está plagado de carencias porque al presidente en turno le ha fallado rotundamente el concepto de,

“prioridades, prioridades y prioridades”.

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