SpaceX, empresa de Elon Musk, acusada de perforar la ionosfera

En medio de la agitación en los negocios de Elon Musk, desde la reestructuración de ‘X’ (ex Twitter) hasta los avances de SpaceX, la empresa aeroespacial de Musk se encuentra ahora en el ojo de la tormenta debido a acusaciones de haber dejado una marca en los límites del espacio durante uno de sus recientes lanzamientos.

La semana pasada, SpaceX, bajo la dirección del visionario empresario Elon Musk, llevó a cabo el lanzamiento de un cohete Falcon 9 desde su base en la Fuerza Espacial Vandenberg en California. Sin embargo, este lanzamiento no pasó desapercibido, ya que ha generado controversia por supuestamente haber “perforado” la ionosfera terrestre, una capa vital de la atmósfera.

El físico espacial Jeff Baumgardner, quien ejerce como investigador en la Universidad de Boston, ha alzado la voz como crítico ante este incidente. Tras analizar meticulosamente las imágenes del lanzamiento, Baumgardner plantea la posibilidad de que la activación de los motores del cohete en una altitud entre 200 y 300 km por encima de la superficie terrestre haya desencadenado un inquietante “agujero ionosférico”.

En una entrevista para Spaceweather.com, Baumgardner explica: “Este fenómeno ha sido ampliamente estudiado en situaciones en las que los cohetes encienden sus motores en esa franja altitudinal. Las implicaciones son de gran relevancia, ya que podría tener consecuencias para la capa ionizada de la atmósfera que es esencial para las comunicaciones por radio en nuestro planeta”.

Es importante destacar que este no es un caso aislado en el creciente panorama de lanzamientos espaciales. Con el incremento de los vuelos de cohetes alrededor del globo, los científicos han observado un aumento en la frecuencia de agujeros ionosféricos. Estos fenómenos impactan en la interacción de las partículas cargadas y la propagación de ondas electromagnéticas, elementos clave en las comunicaciones terrestres.

La controversia se centra en cómo las llamas de escape de los cohetes pueden alterar la composición y la dinámica de la ionosfera, influyendo en su capacidad para transmitir señales de radio y otros tipos de comunicación.

Además, se ha demostrado que el movimiento de los cohetes a través de esta capa atmosférica genera corrientes desestabilizadoras que viajan a velocidades superiores a la del sonido, generando ondas de choque que interfieren con la estabilidad de la ionosfera.

Coincidentemente, estas acusaciones surgen en un momento en que SpaceX celebra el éxito del lanzamiento del Jupiter-3, un satélite de telecomunicaciones de dimensiones sin precedentes.

A pesar del mencionado logro, la sombra de la controversia continúa planeando sobre la empresa aeroespacial mientras se desenredan las implicaciones potenciales de este reciente lanzamiento.