Vuelo de JetBlue evita colisión en el Caribe y reaviva alertas por actividad militar cerca de Venezuela

Un vuelo comercial de JetBlue estuvo a punto de protagonizar una colisión en el aire mientras ascendía sobre el Caribe, en un incidente que volvió a poner bajo escrutinio la creciente actividad militar de Estados Unidos en una de las zonas aéreas más sensibles de la región, muy cerca del espacio venezolano.

El episodio ocurrió el viernes cuando un avión de la aerolínea estadounidense, procedente de Curazao y con destino a Nueva York, se vio obligado a detener su ascenso tras detectar una aeronave militar en su misma altitud. El piloto responsabilizó directamente a un avión cisterna de reabastecimiento de la Fuerza Aérea de Estados Unidos por cruzarse en su trayectoria sin las señales de identificación activadas.

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La grabación de la comunicación con el control de tráfico aéreo dejó constancia de la gravedad del momento. El comandante del vuelo advirtió que la aeronave militar pasó directamente frente a ellos a una distancia reducida y sin transpondedor encendido, una situación que calificó como alarmante y que obligó a una maniobra inmediata para evitar el impacto.

El vuelo involucrado fue el 1112 de JetBlue, que había despegado de Curazao, isla ubicada frente a la costa de Venezuela. Según el relato del piloto, el avión militar se encontraba a la misma altitud y, tras el cruce, se dirigió hacia el espacio aéreo venezolano, un dato que añade tensión a un incidente ocurrido en un contexto geopolítico delicado.

Desde la torre de control, la reacción no fue menor. El controlador reconoció la irregularidad del evento y expresó su molestia por la presencia de aeronaves no identificadas dentro del espacio aéreo, una situación que compromete los estándares internacionales de seguridad aérea y eleva el riesgo para vuelos civiles.

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JetBlue confirmó que notificó de inmediato lo ocurrido a las autoridades federales. A través de su vocero, la aerolínea subrayó que la tripulación actuó conforme a los protocolos establecidos y que colaborará plenamente con cualquier investigación que se derive del caso, destacando la rápida reacción de los pilotos como clave para evitar una tragedia.

Hasta el momento, la Fuerza Aérea de Estados Unidos no ha emitido una postura oficial. El Pentágono canalizó las solicitudes de información hacia esa dependencia, que no respondió de inmediato, alimentando las interrogantes sobre la coordinación entre operaciones militares y tráfico aéreo civil en la zona.

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El incidente no ocurre en el vacío. En las últimas semanas, Washington ha intensificado su despliegue militar en el Caribe bajo el argumento del combate al narcotráfico, al tiempo que mantiene una presión constante sobre el gobierno de Venezuela, lo que ha incrementado la presencia de aeronaves militares en rutas cercanas a vuelos comerciales.

Este contexto llevó recientemente a la Administración Federal de Aviación a emitir una advertencia a las aeronaves estadounidenses para extremar precauciones al operar en o cerca del espacio aéreo venezolano, citando el deterioro de la situación de seguridad y el aumento de la actividad militar como factores de riesgo.

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